El juego de los Chopitos
Durante unas semanas no dejaban de torpedearme desde todos los frentes con El juego del calamar. Estaba presente en todas las noticias y, las noticias, hacían referencia de forma continua a esta serie. Una de las que más me llamó la atención era que, en Corea del Sur, habían decidido cobrarle una millonada más a Netflix por emitir en su país. La demanda de datos en internet estaba colapsando el ancho de banda en el país. Así que, en buena lógica, si tú has creado este fenómeno tendrás que pagar vía impuestos por la que estás liando. Algo así como la policía local echando la charla a El Corte Inglés porque ha decidido hacer rebajas del 50% y le están colapsando la calle.
Viendo tal expectación, no me podía quedar fuera de este fenómeno: hay que verla. Y a partir del segundo capítulo ya vi que El juego del Calamar se me estaba quedando en El juego de los Chopitos.
Una de las polémicas que persigue a la serie es la imitación por parte de los niños de secuencias de la trama. Esto no tiene nada que ver con la serie sino con la poca cabeza de los padres, así que no voy a entrar en ello. Quizá estos padres bobalicones que dejan a sus hijos ver cualquier cosa que salga por la tele se han visto influenciados por los colores pastel que inundan la pantalla. A los cigarrillos Camel ya les hicieron retirar su campaña en la que dibujaban un camello para niños sin ser el tabaco un producto destinado a ellos.
Sí. Juegan con nosotros, vendiéndonos un producto para niños para que contraste con la violencia que se desarrolla a cada segundo. Los colores planos, las texturas limpias, los decorados simples y repetitivos; todo ello son solo una argucia visual que va de la mano con el argumento. Simplón, no-creíble y redundante. Este envoltorio es la vía que han pensado para que te tragues este sinsentido con unas palomitas delante de la pantalla.
El final pretende llegar a la patata del espectador y a mí, lo único que consigue, es irritarme todavía más por su falta de coherencia con todo lo anterior. Me cuesta menos creerme a un señor volando con capa 🦸 que todo lo que pasa en esta serie.
Igual que lo he visto, lo he borrado de mi disco duro cerebral. Mi cerebro lo ha digerido y ha tirado de la cadena🚽🦑🦑🦑.
A mí la serie me entretuvo. Es cierto que tampoco inventa la pólvora. El tema "Battle Royale" a poco que hayas visto series o películas no es nada nuevo. De vez en cuando es positivo ver series de otros países para comparar. Como dices tú: Ver y a otra cosa. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarDe nada. A mandar. Está visto que a mí solo me gustan las series que cancelan porque no le interesan a nadie más que a mí (y a mi medio limón)
ResponderEliminarPues tenía ganas de verla, pero creo que el Hype es cada vez más desmesurado. Los juegos del Hambre coreanos en un escenario tipo Battle Royale. Eso no quita la fascinación que me sucite la serie aún así. Mi hijo ha visto a escondidas el primer capítulo y ha provocado con su acción que le limitemos el Netflix... por listo.... por calamar :)
ResponderEliminar🤦los niños tienen más peligro que una bomba
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