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Mostrando las entradas etiquetadas como Relato

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Crónicas del cementerio olvidado - El vampiro encorvado (Revisado y ampliado 2025)

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Imágen: Torre del campanario de Curon Venosta en el lago Resia. Una semi inundada y abandonada torre de un campanario situado en medio de un lago es el presunto hogar de un anciano y siniestro vampiro que deambula encorvado entre sus muros. Tres rostros juveniles se perfilaban bajo la luz temblorosa de una lámpara portátil, en la orilla del lago. El agua, inmóvil como un espejo, reflejaba la silueta del antiguo campanario que emergía solitario entre las sombras. —Mentís —espetó Alessandro, con la voz cargada de incredulidad—. No hay ningún vampiro en esa torre. Mi padre me lo explicó: hace dos siglos, nuestro viejo pueblo de Montisanno fue tragado por las aguas cuando la presa de San Venosta cedió. Las casas, la iglesia, todo quedó sumergido... salvo la torre. Por suerte, aquella noche el pueblo celebraba sus fiestas patronales en lo alto del valle y nadie murió. Montisanno la nuova renació después a orillas del lago. —No sabes nada —replicó Margherita, con la mirada clavada en el camp...

La luz de las setas - A. Pardo (Especial Cthulhu 2025)

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1862 “La luz de las setas… Esa luz verde, resplandeciente, que destaca en mitad de la noche. Me llama, como si tuviera voz propia, como si quisiera atraerme para embaucarme en un extraño trance.” Fueron las últimas palabras del anciano mientras deliraba en su lecho. Las setas de las que hablaba estaban conservadas en un frasco de su gabinete. No se marchitaban aunque pasaran los años, ni su luz infernal desaparecía, y sobre todo, no dejaba de recordarle lo sucedido durante aquella funesta expedición. La reina Isabel II encomendó a Juan Castro del Río, biólogo y doctor de la corte, dirigirla poco antes de su trigésimo primer cumpleaños junto a sus aprendices: los hermanos Ramiro y Alonso López. Su misión consistía en averiguar qué fue de un grupo de científicos que se instalaron en las montañas del norte. De manera reciente, en la zona crecía cierto tipo de hongos con propiedades milagrosas para la medicina, sin embargo, tras ser enviados para investigar, jamás regresaron. Los prim...

Brisa - Miguel Domínguez (Especial Cthulhu 2025)

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        Miguel Domínguez Colaborador literario Tal y como predijeron nuestros ancestros, Betelgeuse colapsó y ahora era un diminuto agujero negro. Observaron durante siglos y siglos ese trozo del cielo con párvulo asombro, en los que estudiaron cada paso, cada etapa, cada movimiento. Cuando comenzó el principio del fin, me encontraba en una órbita segura de la que podía escapar sin apenas gastar combustible. Para mi tripulación y para mí esto es algo tan rutinario como una hibernación o una transfusión de cuerpo, ya habíamos orbitado antes objetos muy masivos. Con una pequeña salvedad: en ese momento ya no tenía tripulación, solo quedaba yo. Brisa murmullaba incansable. A veces, su escudo de plasma crujía al recibir el impacto de alguna pequeña roca a varios miles de kilómetros por hora desde órbitas más externas. Era una nave vieja, como también lo era su inteligencia autoconsciente. Un combo perfecto en el que nada era la una sin la otra. Observaba desde mi pues...

Big Boy - Klaus Fernández (Especial Cthulhu 2025)

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El traqueteo rítmico del tren nocturno me acompañaba en mi última travesía al Vaticano. La penumbra de la cabina se teñía de luces intermitentes que atravesaban la ventanilla, dando a la escena un aire casi espectral. Fue entonces cuando lo vi. Un hombre solitario, con la mirada perdida en algún rincón del tiempo, un rostro severo marcado por una tristeza infinita. Sus ojos, sin embargo, eran otra cosa: no eran los de un hombre vencido, sino los de alguien que había visto demasiado. Yo, uno de los pocos guardianes con acceso ilimitado a los Archivos Secretos del Vaticano, conocida entre nosotros como La Bóveda , comprendí de inmediato que aquel encuentro no era casual. La tensión se enroscó en mi espalda como un aviso silencioso. Al principio, guardó silencio. Su edad era indefinida, como si el peso de los años se hubiera disuelto en su figura. Pero el silencio era solo una muralla frágil; pasado un tiempo, la necesidad de hablar lo venció. —Jacob Kirkson —susurró, como si el propio n...

El desafío - Francisco Javier Olmedo Vázquez (2019)

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  https://www.aaronbmiller.com/ Fco. Javier Olmedo Vázquez.   Autor de narrativa de horror cósmico. Divulgador literario en el canal de Youtube @olmedohorrorbooks . Córdoba, Andalucía, España. olmedohorrorbooks.blog   «Cuentan las leyendas más blasfemas que, cada cierto tiempo, cuando las estrellas más oscuras resultaban favorables, existía en el gremio de brujería de Salem un rito secreto que permitía a las hechiceras más experimentadas desafiar a la matriarca de la orden. De este modo, a la sangre joven se le ofrecía la opción de renovar el espíritu de la cofradía a costa del exilio de la actual emperatriz, despojada entonces de sus pertenencias y derechos. El reto era sencillo en su ejecución, aunque abominable en su resolución. La matriarca subiría junto a su retadora a la cima de la Loma Maldita mientras el resto de discípulas aguardaban en su base, expectantes y entusiasmadas ante el fatal e inexorable desenlace. Tras acabar el ritual, sólo a una de las pa...

La urgencia de la vejez - Klaus Fernández

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  Nunca he entendido la urgencia de nuestros mayores. Cuando están en una época de su vida en la que deben disfrutar de cada minuto de su merecida y bien ganada jubilación, parecen que tienen prisa por todo.  Una urgencia desmesurada. Se cuelan en la filas de los supermercados, de las farmacias, exigen que se les atienda los primeros en los bares, chistándoles a los camareros para ser atendidos los primeros -el tiempo es oro- y se impacientan con cualquier trámite. A su parecer, todo va muy lento y despacio. Se vuelven muy intolerantes con la supuesta e inexcusable pérdida de tiempo que les hacen padecer. Algunas veces, tienes arrebatos violentos con este derroche de minutos y simulan que te agreden con un paraguas o un bastón. Tiendo a pensar que es por una cuestión de no querer perder un tiempo precioso en tonterías cuando ya se encaminan a la recta final de sus vidas. Todo minuto es valiosísimo. Pero nuestros mayores no son tan mayores , y recién jubilados pueden quedarles...

Las navidades del 96 fueron las mejores - Alberto Jiménez (Relato especial Navidad 2024)

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Mariola y Esteban se perseguían haciendo peligrar la decoración navideña que ocupaba el salón principal. —¡Tened cuidado, a ver si vais a tirar algo! —Juan, el padre de los dos hermanos, recriminó a sus preadolescentes. —No pasa nada Juan —quiso mediar Albert, el abuelo—, son niños. Están en la edad de hacer el tonto un poco. Albert tomó un pequeño vídeo de los niños corriendo. —Ya papá, pero es que veo que al final van a romper algo —dijo Eva. —El abuelo nos deja jugar, ¿a que sí? —la niña, zalamera, se acercó a su abuelo y le dio un beso en la mejilla para continuar corriendo, esta vez escaleras arriba. —¿Qué curso ha comenzado Esteban ahora, segundo de la ESO? —preguntó Albert sonriendo, con la mirada en la escalera—. Sigue jugando con su hermana como si tuvieran cinco años. —No, papá —rectificó Eva—. Esteban ha entrado ya en tercero. Y Mariola está en quinto de primaria. El año que viene será el último que vaya al cole. Al año siguiente, ya, al instituto. —Madre mía. Cómo crecen. ...

Fuera del muro - Miguel Domínguez (Relato especial Navidad 2024)

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        Miguel Domínguez Colaborador literario Cuando era niño, mi abuelo me contó cómo comenzamos a celebrar de forma medio clandestina una fiesta que había permanecido durante décadas olvidada por el mundo: la Navidad. Él tenía borroso algún que otro detalle de la historia, pero la narraba con tal vehemencia, que sus hechos se me grabaron como si los hubiese vivido yo mismo. Recuerdo el fuego crepitando en el hogar mientras la nieve golpeaba los ventanales, al abuelo sentado en el sillón, y a mi prima Marta y a mí sentados en la alfombra. Lo escuchábamos embobados, con las cabezas apoyadas sobre nuestras manos y los brazos sobre las piernas cruzadas, sin esperarnos la sorpresa final que nos aguardaba. Hoy, el tiempo me va ganando la batalla y las arrugas no esperan. Ya soy un pobre viejo con poco que aportar. Salvo esto: he decidido escribirla para que al desagradecido mundo que me ha tocado vivir no se le olvide. La guardaré bien, a salvo de la policí...