Court Gentry ( Ryan Gosling ), un agente veterano de la CIA, es traicionado por su propia agencia, lo que lo obliga a convertirse en un fugitivo. Lloyd Hansen ( Chris Evans ), un ex colega suyo, es enviado a cazarlo y hacerse con un misterioso USB. Lo mejor de la película es que no se puede decir realmente nada malo de ella y eso la hace anodina. Incluso películas malas (llevo un montón de ellas estos años) dan más juego para criticarlas que la película que hoy toca reseñar. No es mala pero tampoco es buena. Navega en ese amplio limbo de las películas que olvidarás casi al instante al apagar el televisor, no la recomendarías a nadie y si la echan algún día por la tele, pasarás a otro canal de inmediato sin ningún atisbo de culpabilidad. Los hermanos Russo son ágiles y sumamente dinámicos en las escenas de acción, abusan demasiado de los planos aéreos grabados con un dron (a mi gusto), no son grandes directores de personajes y no pretenden ser Orson Welles . Todo muy lícito, pero...