Tiene la virtud de contar una historia cotidiana. La de cualquiera de nosotros que trata de buscar la propia independencia. El lujo aquí es encontrar una historia valiente, por única, contada desde el interior de una secta cerrada como es la comunidad jasídica, una comunidad judía ultraortodoxa de  los EEUU. El país que se considera el primero en libertades acoge grupos como este en su seno. Una comunidad que se cree la elegida por Dios. ¿Hay alguna otra comunidad religiosa que no lo crea? ¿Que no crea que ellos tienen la verdad última y los demás están equivocados? En este caso viven al extremo la sensación de victimismo, de pecado continuo y de estar siempre al borde de insultar a Dios con cualquiera de los actos más cotidianos. Por supuesto, las mujeres se llevan la peor parte. Supeditadas a su padre y después a su marido para cualquier cosa. Una vez se casan tienen que raparse el pelo, para que nadie pueda ver su pelo natural llevan encima una peluca. Sin comentarios. La histo...