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USS Nimrod - Luis Fernández

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    Dibujo original de Shawn Lee      La misión en sí no era nada del otro mundo. Entrar en el submarino nuclear USS Nimrod, hacernos con los viales y salir por piernas. Era así de sencillo antes que se todo se fuera a la mierda.      El USS Nimrod era  un submarino avanzado de propulsión nuclear de clase Arkham, capaz de albergar más de 30 misiles balísticos Trident VII y decenas de ojivas nucleares. Diseñado en su día para fortalecer con su presencia la cooperación con los aliados regionales. Podía albergar a más de 150 tripulantes en sus 170 metros de eslora, un ancho de 13 metros y sumergirse a más de 250 metros,  pudiendo  permanecer en ese estado, durante más de 75 días en las profundidades del mar.      Eso era antes… antes de la gran plaga . Tras un súbito calentamiento global ⸺algunos medios extraoficiales aseguraron que fue debido a unas fallidas pruebas militares norcoreanas con la estratosfera⸺, los ...

El faro "sumergío" - Klaus Fernández (basado en una historia de Luis Fernández)

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 🔮 versión seria Las aguas oscuras del embravecido mar están frías de pelotas.  ¡En qué hora me he metido en la mar para ver un faro sumergido! No me hace falta equipo de inmersión ya que poseo unas branquias que oculto desde hace años bajo un pañuelo espantoso. En invierno y verano. En ve-ra-no. Con la "caló" que hace. Menuda fatiga paso. Cuando alcanzo la cúpula llena de verdín del faro no puedo dejar de pensar en lo descuidado que está todo. Unas amorfas sombras parecen escabullirse al enfocarlas con mi linterna en todos los ojos. Como ciervos deslumbrados en una carretera comarcal. No pocos ciervos me he llevado por delante. ¡Que vayan por el paso de cebra, coño! Me introduzco fatigosamente por una de las vidrieras rotas. Paso a duras penas, me está pesando el desayuno continental que me he apretado esta mañana. Hay unos tíos podridos con unos jerséis y chusbasqueros flotando por todos los lados. La gente tira ya de todo al mar.  También les alumbro con mi lin...

El faro sumergido - Luis Fernández

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    🤡 version divertida alternativa      Al poco de adentrarme en las gélidas aguas oscuras del embravecido mar, vislumbro en las profundidades el faro. Un Polifemo sumergido y cegado en su ciclópeo ojo. Respiro gracias a mis branquias, ocultas desde hace años en la superficie bajo un pañuelo. Poco después alcanzo la verdusca cúpula del faro. Amorfas sombras de criaturas acuáticas parecen escabullirse al enfocar mi linterna el interior de las resquebrajadas vidrieras recubiertas de algas marinas. La antigua lente juega a viejos tiempos, atrapando la luz que le llega y, con su reflejo, hace un amago de encenderse. Leves corrientes marinas siguen rotando la lente arrastrando con ella hileras de algas marinas con cada giro.     Me introduzco por una de las vidrieras rotas con la esperanza de poder acceder al interior del faro. La oxidada balconada, ahora convertida en amenazantes lanzas puntiagudas, me desafía a intentar acceder por la puerta. Débilmen...

El curventoris - Alberto Jiménez

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Narwán es un hombre musculoso, lleva el formidable pecho al descubierto, una densa melena oscura acaricia sus hombros poderosos y tostados al sol de Hirgya. Como única arma porta una espada de mandoble que sobrepasa su propia altura. Una quimera le sale al paso. Un monstruo con colmillos del tamaño de los brazos de Narwan, el doble de su altura y cinco veces su peso. Narwán no está nervioso, ya es la sexta vez que se enfrenta a ella, en este mismo lugar. La pelea es rápida, la experiencia de Narwán esta vez juega a su favor. La quimera queda tendida frente a él en mitad de su andadura hacia el Castillo de Hidelwert. Narwán se acerca a la bestia que yace frente a él para recoger su premio: tres pociones de magia, veinte puntos de vida, dos pociones sanadoras y suben al marcador diez mil puntos canjeables por hudrux, la moneda con la que se paga todo en el juego en línea colaborativo más famoso del momento: Lord of Evil. En ese punto Paquito dejó el juego. Grabó la partida satisfecho por...