La puerta fría - Klaus Fernández

Expandir la palabra de nuestro Señor Cthulhu es una mierda. Llamando puerta a puerta y no te abre ni Dios. No somos unos viles cazurros . Vamos preparados con nuestro Necronomicón, estamos debidamente identificados con nuestras chapas y también llevamos unos mini libros para obsequiar; "Cantar del mío Cthulhu" . Nuestras tarjetas identificativas son bastantes grandes ya que tenemos unos nombres muy largos. Yo me llamo ChuluKutulu ai Thulhu* , pero todo el mundo me llama Carlos. Parece que es más sencillo pronunciar este que el mío, glorioso nombre pasado de padres a hijos, sinónimo de conquistadores y susurrado con temor entre infieles. Cuando lo pronuncio con orgullo, dando un zapatazo y dedo en alto, en la puerta suelen responderme que si la pizza que traigo lleva piña o no. Como si fuera un vulgar repartidor. Nos dijeron en nuestro centro de trabajo, que nada más abrirnos las puertas, debíamos recitar sin demora: " Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah...