Tiempo (M. Night Syhamalan, 2021)

 

M. Night Syhamalan es capaz de lo mejor y de lo peor. Capaz de sorprendernos con grandes películas como El sexto sentido (1999), Señales (2002) y El bosque (2004). Es ésta para mí su mejor película hasta la fecha y bodrios infumables como La joven del agua (2006), o After Earth (2013). 

Después de caer en desgracia con After Earth, a Shyamalan, al que siempre se le había exigido que cada película suya fuera una obra maestra de la intriga, el director/guionista, se ha dedicado a proyectos menos ambiciosos, de presupuesto más modesto, donde pudiese dar rienda suelta a su creatividad sin estar limitado por un gran estudio. Resultado de esta nueva libertad las estupendas La visita (2015) y la película que hoy toca comentar.

Todas las películas de Syhamalan adolecen, o poseen (depende de quien las vea), de una misma estructura: personajes mundanos enfrentados a situaciones extraordinarias con un twist final sorprendente. Si entras en el juego del director, todas las películas son honestas. No engañan a nadie. Son similares y quizá en ello radique su valor. Son fieles al estilo del director. Pero son largometrajes que no puedes volver a ver. Y eso las limita muchísimo. Si ya sabes como van a terminar, si ya sabes el giro final... ¿Para qué volver a verlas? No son películas espectaculares, ni hay grandes diálogos, ni están dirigidas con maestría haciendo uso de planos novedosos. Son películas correctas. Ahora depende del espectador valorar si merece pagar una entrada de cine por ellas.

M. Night Syhamalan NO es un buen director de personajes. Le cuesta un horror empatizar con el espectador, hacer que nos emocionen sus personajes. M. Night Syhamalan es un gran creador de ideas, pero aún le falta transformar esas ideas en grandes películas. Por cierto, en este caso, la idea tampoco es suya sino de la novela francesa gráfica ‘Sandcastle’ de Pierre Oscar Levy y Frederik Peeters.

¿De qué va Tiempo?

Durante unas vacaciones en un paraíso tropical, una familia, a punto de separarse, empieza a percibir que en la recóndita playa recomendada por el resort para relajarse el tiempo transcurre a mayor velocidad de lo normal y que no pueden abandonarla.

A mi Tiempo me ha gustado, aun teniendo muchísimos fallos de guion (no los relataré para no desvelar toda la película). Los personajes apenas envejecen a pesar de que supuestamente cada hora en la playa supone dos años reales. El maquillaje es inexistente, y se resume a cuatro ojeras y que los actores hablen con voz quejumbrosa. La interpretación de sólidos actores como Gael García Bernal o Rufus Sewell es bastante anodina (incluso aburrida) y nadie se acaba de creer su personaje. Apenas emocionan y nunca te sientes identificado con la desazón de los protagonistas. Pero, no le pidamos peras al olmo. La película no quiere participar en la carrera de los Oscar y sólo pretende entretenernos con una buena idea durante algo más de 100 minutos y eso lo consigue.

¿Recomiendo verla? Sí, es ideal para un día lluviosa a media tarde rodeado de los tuyos.

3 ⭐ de 5

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Os dejo el trailer a continuación