Arrástrame al infierno (Sam Raimi, 2009)

"Arrástrame al infierno" ("Drag Me to Hell" en el original) es una película estadounidense de terror dirigida por Sam Raimi de 2009 y protagonizada por Alison Lohman, Lorna Raver y Justin Long.

La trama gira en torno a la una joven oficial de préstamos, Christine Brown (Alison Lohman), que busca conseguir un puesto superior que se encuentra vacante. Al tratar de impresionar a su jefe, Christine le niega otra prórroga de su préstamo a la señora Ganush, una anciana gitana que está a punto de perder su casa. En represalia, Ganush lanza una maldición sobre Christine.

La película se estrenó en el Festival de Cine de Cannes y fue un éxito de la crítica y de taquilla, recaudando aproximadamente $80 millones dólares a nivel mundial, contra un presupuesto de $30 millones.

"Arrástrame al infierno" no es una película de terror, es una película de sustos con toques humorísticos. La anciana gitana que se le aparece constantemente a la protagonista para hacerle la vida imposible no hay Dios que la mate. Y cada vez que parece que se ha ido al hoyo, la protagonista despierta de su trance.

Por supuesto las múltiples veces que Christine se deshace de ella rayan lo absurdo. Como, por ejemplo, en un cobertizo donde a la gitana le cae un yunque en la cabeza y los ojos le salen disparados como cánicas.

Sam Raimi está obsesionado con los ojos. Lo llevo observando hace tiempo en sus películas. No hay largometraje en el que a alguien no se le salgan los ojos de las órbitas. Lo vimos a lo grande en "Doctor Strange en el multiverso de la locura".

Otro cosa que le debe encantar al director es que al protagonista le vomiten en la boca, que ella vomite algo asqueroso o que le chupen la cara. En este largometraje la anciana le vomita tres veces en la cara empezando por unas babas y terminando con un enjambre de abejas.

Curiosidades:

• Una "lamia" es en realidad una mujer del saco de la mitología griega que merodea por el campo en busca de niños a los que devorar; era una historia que se utilizaba para llevar a los niños pequeños a la cama a la hora de dormir.

• El Oldsmobile Delta 88 amarillo de la gitana es el coche de Sam Raimi. Ha aparecido en muchas de sus películas.

⭐⭐⭐ de 5.

Entretenida pero poco más. Una gitana echando una maldición al protagonista no es el culmen de la originalidad. Lo hemos visto o leído infinidad de veces, siendo la novela de Stephen King "Thinner" uno de los ejemplos más notorios. 

El final es inesperado y por ello le doy tres estrellas a un largometraje demasiado convencional, que abusa del chiste como contrapartida a una escena de terror anterior y bastante flojita de guion.

Los actores cumplen y ya. Justin Long está en su línea, con una cara de soso que dice "Me merezco que me maten por pasmado". Lo mejor, Lorna Raver, la veterana actriz que da vida a la gitana.

Como de costumbre os dejo el tráiler en castellano.

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