La Trampa (M. Night Shyamalan, 2024)

Antes de empezar con los detalles técnicos habituales del largometraje que hoy nos toca reseñar, hay que comenzar diciendo que Night Shyamalan (por mucho que la crítica especializada hable de un resurgimiento creativo y que este largometraje sea el homenaje definitivo a Brian de Palma) está de capa caída. Mucho. Muchísimo.

Todo lo que era gusto por el detalle, tramas bien hilvanadas, personajes bien escritos y villanos interesantes; es un despropósito tras otro en sus últimes filmes. Un horror. Analizaremos todos estos puntos después.

La trampa (Trap en el original) es una película estadounidense de suspense y terror psicológico del año 2024 escrita, dirigida y producida por un aburrido M. Night Shyamalan a mayor gloria de su hija cantante Saleka Shyamalan y protagonizada por un espantoso Josh Hartnett y unas correctas Hayley Mills y Alison Pill.

¿De qué va esta tontería, este videoclip, que hace aguas por todas partes?

Cooper (Josh Hartnett) y su hija Riley (Alison Pill) asisten al concierto de la famosa estrella del pop Lady Raven (Saleka Shyamalan) pero las cosas se empiezan a torcer poco a poco. Entre los gritos de adoración y los sonidos de los aplausos, el propio concierto tiene un cometido oculto: una tapadera para detener al infame asesino en serie, conocido como El Carnicero, que asistirá al evento.

¿Qué se puede decir de un guion terminado en apenas cinco meses?

Pues que se nota muchísimo que no está pulido.

A pesar de que la idea se inspirase en un hecho parecido; M. Night Shyamalan declaró en una entrevista que se inspiró en la operación encubierta «Operation Flagship» del 15 de diciembre de 1985 en Washington D.C., organizada por el Servicio de Alguaciles de EE.UU. y la Policía Metropolitana para atraer a fugitivos buscados al Centro de Convenciones de Washington con el pretexto de entradas gratuitas. Se saldó con 101 detenciones, una de las mayores y más exitosas detenciones masivas de fugitivos llevadas a cabo por las fuerzas del orden estadounidenses.

Me parece igualmente de un cutrez intolerable que el director afirmase que el concepto era: ¿Qué pasaría si El silencio de los corderos (1991) ocurriese en un concierto de Taylor Swift?

Todo lo que es un potpurrí haciendo uso de frases tan ingeniosas como: De los productores de bla, bla, si te gustó bla, bla, qué pasaría si... Me parece de un barato terrible.

Este largometraje es simplemente un videoclip extenso para glorificar a su hija Saleka (que no lo hace mal del todo). Es más, como banda sonora oficial de esta película, se publicó un álbum completo titulado «Lady Raven», con las canciones que se escucharon en el concierto de la cantante. Todas ellas fueron compuestas por la cantante Saleka Shyamalan.

Decía M. Night Shyamalan que quería conseguir algo parecido al largometraje Purple Rain de Prince donde la música era un actor más. Pues, amigo mío, te has quedado muy corto.

Todo canta en este largometraje a chapucero, burdo, poco elaborado.

Solo una selección de los muchísimos fallos:

• Nadie podría quitar un radio de bicicleta, solo con las manos (para más inri el malo está hasta esposado), sin un cortaalambres o una llave inglesa. 

• De ningún modo el FBI y la policía permitirían que un asesino en serie (que ha escapado de sus garras al menos en tres ocasiones en las últimas 12 horas) se arrodillara y levantara la bicicleta volcada de su hija, y mucho menos que le diera un abrazo, de camino a ser introducido en el furgón policial. En cuanto estuviese esposado, se lo llevarían a la fuerza y directamente al vehículo sin detenerse en ningún momento.

• Se hartan a decir que el asesino en serie es muy metódico y lo que tiene en realidad es más suerte que otra cosa. Estoy más que harto de ver películas donde el malo le roba la tarjeta de identificación a un empleado para entrar en lugares restringidos. Sabiendo el empleado que le falta la tarjeta y que hay un asesino suelto, ¿no da parte de inmediato a la policía?

• Cooper consigue meterse en la casa de su familia para hacer justicia en el tramo final del largometraje ¿y no se enteran los dos coches patrulla estacionados? ¿No ven que hay un señor tomando tarta en la cocina con la luz puesta? ¡Si solo debiese estar la mujer! y ¿por qué se quita Cooper la camisa?

• ¿Dónde demonios se mete el chófer de Lady Raven todo el tiempo? Lleva a la cantante a casa de Cooper y luego ya no vuelve a aparecer. Es más, Cooper secuestra a la cantante en la limusina y el chófer sigue desaparecido. Que luego El carnicero pueda disfrazarse y pasar desapercibido saliendo del coche es de traca. Se conoce que la cantante tiene una tienda de merchandising para todas las tallas en el asiento delantero del coche.

• Cooper roba un walkie-talkie de la policía en el concierto y ¿los agentes de seguridad no dan la voz de alarma de inmediato que hay una brecha de seguridad en su canal de comunicación? ¿Tan torpes son?

Ni para vendernos la película han sido originales.

¿No os parece que han fusilado el eslogan de este largometraje de 1995? 

Valoración:

⭐de 5. Malísima. La película no hay por donde cogerla.

Se salvan algunas secuencias aéreas del concierto y el detalle muy logrado de algunos primeros planos donde los protagonistas están tan cerca que parecen hablar con el espectador. 

Que la madre de Cooper salga entre la multitud o de fondo y que todo sean imaginaciones del asesino es de una falta de originalidad terrible.

Como de costumbre, os dejo el tráiler en castellano.

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