Wonder Woman 1984 (Patty Jenkins, 2020)

Crítica repleta de spoilers, leer bajo tu propia responsabilidad.

Reconozco que tengo un problema con las películas de DC. Suelen ser películas muy largas, siempre pasan de las dos horas y son muuuuuuuy lentas. Evidentemente, todas las películas tienes su tempo y hay que presentar a los personajes en tiempo y forma. Bueno, vale. ¿Pero si ya hemos visto la primera de Wonder Woman hace falta tanto tiempo para meternos en harina? Aquí vengo a divertirme, no vengo a ver El Padrino...

La peli empieza con unas olimpiadas amazónicas que no llevan a ningún sitio y que supuestamente dan a Diana Prince (Gal Gadot) una lección de vida para el resto de la peli. No veo la lección por ningún sitio quitando que es una tramposa y que quiere ganar tirando la lanza a unos aros de colores la primera. Tampoco hubiera ganado, ya que se había saltado una prueba que sí las habían hecho las otras amazonas.

Pues ya con este fallo de guion, empieza el vodevil de despropósitos.

El supuesto guion escrito a 4 manos por la directora Patty Jenkins y Geoff Johns, nos presenta a una Wonder Woman amargada, que lleva 70 años semi retirada trabajando de antropóloga en una museo (súper original). Lleva todo este tiempo llorando por las esquinas por la pérdida de Steve Trevor (Chris Pine) desde su muerte en el primer largometraje. Ya podías haber pasado página, bonita.

Los súper villanos de la función son un empresario arruinado con ínfulas de cambiar su situación económica (Pedro Pascal) y otra antropóloga (Kristen Wiig) que no pueden ser más patéticos. Pedro Pascal está sobreactuado y con un color de pelo rubio para nada favorecedor. Y sin bigote. Parece ser que le quitan el bigotillo a Pedro y ya no interpreta bien. La otra mala, es otra reprimida y tristona, que lo único que quiere es sentirse valorada lo que le causa no pocas amarguras.

Por cierto, ¿Por qué todos los futuros villanos deben ser patéticos y que se le caigan y desparramen los papeles al suelo al inicio de la peli? Véase Jamie Foxx (Espectacular Spider-Man 2), Jim Carrey (Batman Forever)...

Sigamos. Con la super idea copiada de un relato de Stevenson de hace mil años, la pata de mono, el millonario se hace con ella con la ayuda de la pazguata de la otra.

Pero, claro, si pides un deseo, la pata de mono (aquí llamada piedra de los deseos), te quita otra cosa. Una cosa que tú valores también mucho. 

Nuestra protagonista pide, por supuesto, que vuelva el amor perdido de la primera película. Un Chris Pine que en esta peli a mí me parece que está muy estropeado y feo. Pues nada. Vuelve, y "poseyendo" el cuerpo de otro hombre que queda anulado por el piloto. A mí, esto me parece una barbaridad. Para cumplir el deseo de Wonder Woman, destruimos la vida de otro ser humano. 

Evidentemente, hay escenas de amor entre WW y Steve Trevor, que me parecen muy poco éticas. Están en casa del pobre hombre anulado por otro, viviendo su particular vida loca. ¿Os imagináis que hubiera sido una mujer la que se hubiera anulado su personalidad para cumplir los deseos de un hombre? La que se monta es chica.

Según se va arrastrando el metraje de la película por el tiempo, el millonario (divorciado, con un hijo al cual no le hace ni caso, súper original again), se va viciando con los deseos y quiere cada vez más. Cada deseo que le pidan, le repercute en más poder y cada vez es más poderoso. Los que le piden los deseos, le salen estos rana y siempre terminan medio arrepintiéndose. Menos la rubia que se siente muy cómoda estando cada vez más valorada y poniéndose unos abrigos de pieles muy horteras.

Toda la parte del avión invisible que por lo visto tiene un depósito de combustible para dar varias vueltas por el mundo sin repostar y la de Wonder Woman volando es un insulto al espectador.

Wonder Woman y compañía se dedican a deshacer los problemas causados por los deseos concedidos por el super villano durante el resto de película. 

La escena de la persecución por una carretera en Egipto se las trae. Ni pies ni cabeza. Wonder Woman lleva el traje debajo de su propia ropa como un pijama aunque tenga más hierro que una fábrica en Ferrol. Steve Trevor lleva 70 años muerto, pero maneja y conduce los coches como si se hubiera muerto ayer. Por supuesto, en esa carretera polvorienta que no lleva a ningún sitio, hay convenientemente unos niños jugando que por poco no son atropellados por los militares malos pero salvados sobre la bocina por Wonder Woman.

Aquí, es cuando se da cuenta la morena, que a cambio de retozar con el capitán Kirk, perdón el piloto Steve Trevor, está perdiendo sus poderes.

Pedro Pascal mientras tanto está está repartiendo deseos a diestro y siniestro. Otro fallo, se supone que sólo puedes conceder un deseo por barba, pero a la rubia mala, le concedes dos. Y a otros, ninguno. Aunque lo pidan. Veáse el hijo de millonario, que pide estar con su padre, pero mutis por el foro.

El final, es un complejo transmisor de satélites mientras Rusia está lanzando misiles nucleares (ahhh, me muero de originalidad) y donde Wonder Woman da un charlote a todo el mundo para que renuncie a sus deseos y que todo vuelva a su posición inicial. De esto se ha dado cuenta, al renunciar al suyo y despedirse de su amor. Escena que tampoco provoca ninguna emoción. Para mí, mal realizada. Chris Pine desaparece tras una esquina como un mendigo con un frase que se supone debe causar lagrimeos pero está más vista que el tebeo.

Resumiendo, todo el mundo renuncia a su deseo, hasta el súper malo. Todos menos Cheetah (la rubia transformada en una depredadora alfa con su segundo deseo) que es muy chula, y tras una lucha nada épica con Wonder Woman, que parece una escenografía de Cirque du Soleil, se cae al agua. 

Por cierto el acto final se desarrolla en un complejo top secret al que se llega por helicóptero y luego misteriosamente aparece el ex-villano en Washington (sin helicóptero) para encontrarse con su hijo. En otro de los innumerables fallos de guion.

La peli es muy mala, y no se salva nadie. Le achaco sobre todo a la historia poco original que hace que las interpretaciones sean muy limitadas. Y hay talento. Considero que todos los actores/actrices tienen tablas suficientes para sacar delante una buena interpretación. Pero claro, si no hay historia, si no hay mimbres para la cesta, no hay nada.

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