Fantasy Island (Jeff Wadlow, 2020)

 

Horrible. Espantosa. Aburridísima. Me quedo corto. No la veáis, aunque la vida de vuestros hijos esté en juego. Es mala con avaricia. Es sin duda alguna, la peor película que he visto jamás. Es absoluta y llanamente espantosa de mala. No se salva nada ni nadie de esta pesadilla de casi dos horas. Muy cabreado y estafado, y eso que la he visto en Netflix recomendada como número 1 esta primera semana de abril.

¿De qué va esta joya?

El enigmático Sr. Roarke hace realidad los sueños secretos de sus afortunados huéspedes en un lujoso pero remoto resort tropical. Pero, cuando las fantasías se convierten en pesadillas, los huéspedes tienen que resolver el misterio de la isla para poder escapar con vida.

Pues lo que en principio luce como un argumento poco original, pero al menos con cierta gracia y con la esperanza de ver alguna muerte gore, se queda en nada. El que estuviera con la esperanza de ver un mezcla entre Hostel de Eli Roth y Tiempo de M. Night Shyamalan, se queda con las ganas. Y como estoy tan disgustado con las dos horas que he perdido viéndola, la voy a destripar entera para que así tampoco la veáis NUNCA.

La empresaria Gwen Olsen (Maggie Q), el ex policía Patrick Sullivan (Austin Stowell), los hermanastros J. D. (Ryan Hansen) y Brax Weaver (Jimmy O. Yang), y la adolescente Melanie Cole (Lucy Hale); llegan a Fantasy Island después de haber ganado un premio. Para disfrutar de este paraíso terrenal donde todas las fantasías aparentemente se hacen realidad. El primer copia y pega ya nos lo meten aquí (Charlie y la fábrica de chocolate de Roald Dahl).

A su llegada, el propietario de la isla, el Sr. Roarke (Michael Peña), guía a los huéspedes hacia sus fantasías: Patrick se alista en una guerra en honor a su difunto padre, los Weaver se convierten en invitados de honor en una rave de una mansión de índole sexual (segundo copia y pega - Hostel de Eli Roth), Melanie se venga de su acosadora de la infancia Sloane Maddison, que la había traumatizado de joven echándole un cubo de agua encima de la cabeza en el lavabo (tercer copia y pega, entre Carrie de Brian de Palma y Karate Kid de John G. Avildsen); y Gwen acepta la propuesta de matrimonio de su ex novio Allen Chambers, que rechazó hace muchos años y la ha hecho muy infeliz, puesto que no estar casada es lo peor que te puede pasar en esta vida.

Cómo habréis observado es un no parar de originalidad y lo nunca visto. Seguimos...

Melanie tiene opción, gracias a su fantasía, a torturar a una atada Sloane en un sótano lúgubre apretando diferentes palancas de colorines, y el doctor Tortura (sí, se llama así de verdad en la película), la va cortando y vejando (supuestamente). No sé ve nada, por supuesto, no había dinero para enseñar nada más que la cara de la víctima con el rímel corrido.

Patrick es tomado prisionero por una guerrilla en su fantasía y ¡sorpresa! su padre es el líder. ¿Cómo es posible? Fantasy Island lo hace todo posible. Ya puede decirle todo lo que no pudo decirle en su día. Y bua, bua… tú me hiciste querer ser un héroe, te echo de menos, mi apodo es en honor tuyo… bua, bua.

Los hermanos Weaver, uno de ellos, es asiático, pequeñajo y gay. Es importante que se le vea meterse en una tienda con tres bañistas de bañador turbopito de los cuales uno se llama Alejandro (Dios, que me maten ya, no puedo más con tanta originalidad) y el otro hermano se zumba a una que se llama Chastity, de la que dice que de castidad sólo tiene el nombre guiñando el ojo al hermano gay. ¡Que guión! Dadle todos los premios OSCAR de aquí al año 2055 y dos sopapos de Will Smith de regalo, no vaya a ser que el chiste no le haga gracia.

Y mientras tanto, unas misteriosas gotas negras aparecen por todas partes y la visión de un hombre quemado.

Al final, una de las que se supone que están atrapadas en la isla es la mala de la función. Un giro que no tiene lógica ninguna. Ni siquiera en películas de lógica ínfima como son las películas de terror. Pues lo supera con creces. ¿Qué sentido tiene que se pase 90 minutos queriendo huir de la isla, si la mala es ella? Al final, su fantasía era vengarse de todos por la muerte de su novio en un incendio, ¿y para los demás? Pues toca pesadilla.

El novio se quemó en un apartamento y de algún modo todos son culpables. Patrick por ser policía en ese momento de su vida y no entrar a rescatarle (¿perdón? Es policía, no bombero, ¿a qué bemoles tenía que entrar?) Los Weaver, puesto que cuando se originó el fuego huyeron (si te parece, van casa por casa buscando personas en lugar de ponerse a salvo). Olsen por dejarse una tetera puesta y originar el fuego (que el berzas del novio de Melanie estuviese dormido y se abrasara es culpa de ella). Y Sloane por ser una chica muy mala que le tiro un cubo de agua. ¡¿Será malísima y pecaminosa?!

Al final matan a Melanie en una cueva de cartón piedra, y todos dejan la isla menos el chino bajito que se quita la camisa y muestra un tatuaje con la palabra TATOO... ¡cornetas y wow generalizado en la platea...!¡Es el mismo chino de la serie de 1977! Que asombroso giro de los acontecimientos. ¡Que inventiva! Ya nos hemos quedado tranquilos. Roarke que era Ricardo Montalbán en la serie original... aquí está interpretado por el horrendo de mal actor Michael Peña y el chino interpretado, por Jimmy O. Yang.

¡Ah! también sale Michael Rooker, actor muy sólido normalmente, haciendo el gilipollas para terminar tirándose por un barranco dónde podemos observar en toda su esplendor como se puede tirar un muñeco vestido igual.

Valoración final.

💩💩💩💩💩 de 5

Os dejo el tráiler y no sé por qué...