Perros de paja (Sam Peckinpah, 1971)
Muy perturbadora. Maliciosa. Durísima. Todo adjetivo se queda corto para describir esta malsana película de Sam Peckinpah interpretada por Dustin Hoffman y Susan George del año 1971. Al tratarse de un película con más de cincuenta años a su espalda, me voy a permitir el lujo de destripar todo lo que fuera necesario en mi análisis.
¿De qué va Perros de paja?
David Sumner (Dustin Hoffman), un profesor estadounidense, y su esposa Amy (Susan George), se trasladan a una villa en medio de la campiña inglesa, en el pueblo de Wakely, en Cornualles, en busca de paz y, en el caso de David, para terminar un trabajo que no se llega a saber qué es. Pero sus vecinos, aparentemente pacíficos, comienzan a reírse y burlarse constantemente de él. Susan, con un pasado oscuro con uno de los paletos del pueblo, le oculta a su marido la posterior violación que sufre por parte del exnovio para protegerle de la ira de David. Tras infinidad de abusos, David termina estallando y se sumerge en una espiral de violencia que nadie hubiese imaginado con consecuencias funestas.
Vayamos por partes.
Me ha gustado mucho los diversos y profundos matices que el director extrae de todos los personajes. Todos los personajes son deleznables por una razón u otra, siendo tan sólo dos de ellos, los que disfrutan de la simpatía del director. Uno es David y el otro es Niles (Peter Arne), el gigantón del bastón. Aun siendo David el mejor parado de todos ellos, sigue siendo un cobarde durante la mayoría del metraje, pero no es malo per se. Es un personaje sobrepasado que evita los conflictos, que busca el diálogo. Véase las escenas donde invita a los que se burlan de él en el bar a una cerveza, como intenta dialogar con ellos en la azotea fumando con ellos un cigarrillo, como participa en la cacería a pesar de no haber pegado un tiro en la vida. Busca evitar los problemas a pesar de que por ellos no haga otra cosa que esconder la cabeza como un avestruz. El otro personaje que sale bien parado es el tonto del pueblo que se deja engatusar por la lista del pueblo que le lleva rondando desde el principio para darle un beso y entiendo que para reírse de él al sentirse despechada por David. Termina estrangulada por accidente por Niles.
Los demás personajes son odiosos, incluso la esposa de David (una genial Susan George). Ella le oculta su relación pasada con uno de los vecinos, es más, cuando es violada por él, apenas se resiste para luego entregarse sin resistencia alguna besando al violador apasionadamente. Sólo cuando otro de los amigos, la viola poco después también, empieza a tener ciertos problemas con la situación. Pero tampoco dice nada. Se calla. Y no por miedo a que David se enrabiete. No. Ella se ríe, le echa en cara que no estuviese el día que la violaron en casa y tampoco le toma en serio. Para ella, David es un pelele. Le putea constantemente. Desde mostrar los pechos a los obreros, hasta ocultarle la violación, pasando por el egoísmo de no querer entregar al gigante sabiendo que lo iban a matar. A ella todo le da igual. Solo piensa en ella.
El final del largometraje es muy significativo:
David sube a su coche para llevar a Niles de vuelta al pueblo. Niles dice que no conoce el camino a casa; David le responde que él tampoco, haciéndonos entender que no volverá a su casa tampoco.
Lo más interesante de Sam Peckinpah, acusado de promover la violencia en sus películas de forma innecesaria, es que su violencia nunca es una solución gratuita, tiene consecuencias nefastas. Creo que hay una gran diferencia en compararle con el sobrevalorado Quentin Tarantino. Para Tarantino la violencia es un medio, un fin, se regodea en ella, para Sam Peckinpah es una consecuencia inevitable.
La escena de la fiesta en la iglesia es una obra de arte. Respiramos con la protagonista lo absurdo de la situación: el agobio de los niños gritando, el matasuegras, los borrachos riendo, el cura haciendo por enésima vez el mismo truco de magía... una maravilla de escena. Agobiante.
Comentaba Susan George lo mucho que había disfrutado rodando la película con Dustin Hoffman y Sam Peckinpah. Tanto ella como Dustin Hoffman están espléndidos.
Se rodaría un remake de la película en el año 2011, que no veré puesto que no soy amigo de remakes que no aporten nada. Visto el tráiler, copia planos enteros de la película original y solo moderniza el escenario. No me interesa, por tanto.
Curiosidades:
Según Wikipedia: La expresión perros de paja se utiliza para designar a los proyectos comerciales falsos y aparentemente distintos que se presentan junto a uno "bueno" o "verdadero" con el objeto de que este triunfe y los otros fracasen. También designa a la persona o grupo que se escoge como persona interpuesta, testaferro o intermediario ante una operación ilegal y también puede referirse a quien se convierte en chivo expiatorio o cabeza de turco, a quien culpar ante un acontecimiento criminal, ilegal o desafortunado.
Valoración:
⭐⭐⭐⭐⭐ de 5. Buenísima.
Recuerdo haber visto algunas películas de Peckinpah de niño. Probablemente no debí hacerlo. Mi recuerdo es que eran muy crudas en lo que respecta a la violencia. Una violencia nada lúdica como en Tarantino, que compone coreografías con, incluso en algunos casos, hacernos sonreír. No tiene que ver un director y otro. La historia no me resulta del todo desconocida, así que es probable que haya visto y borrado ese remake ;-)
ResponderEliminar