Translate

Hellraiser (David Bruckner, 2022)

 


¡La película que encauza la franquicia de Hellraiser! ¡La película que sienta las bases de una nueva era! Tonterías. La nueva de Hellraiser (la onceava) es un peliculita no demasiado bien hecha que injustamente se está beneficiando de lo malísimas que eran ocho de las diez anteriores.

¿De qué va esta tontería?
Una joven (Odessa A´zion) que lucha contra la adicción se hace con una antigua caja rompecabezas, sin saber que su propósito es convocar a los Cenobitas, un grupo de sádicos seres sobrenaturales de otra dimensión.

Después de haber visto todas las anteriores, dónde sólo se salvaban las dos primeras, esta nueva de Hellraiser apenas cumple. Que si Pinhead es ahora hembra (Jamie Clayton no lo hace mal, pero es que sale 10 minutos y apenas habla), que si es un remake de la primera (no lo es, no hay ninguna similitud con la excelente película del 1987), que si es una secuela (tampoco, no sale ni un personaje o situación de las anteriores aparte del cubo), que si es muy brutal (¿perdona?, no se ve nada de nada). En definitiva, una decepción.


Otro hecho curioso es el tema de nuevo de la representación de minorías. Hay mujeres, hay hombres (gays negro y blanco) y hay un solo hombre hetero que es malísimo. Sin comentarios. Si la película hubiese estado protagonizada por un hombre, con una hermana lesbiana y la única mujer fuese la mala, ahora este largometraje estaría ardiendo en una pira.

Mi problema no es que haya mujeres protagonistas, ni que haya homosexuales. Me da igual con quién se acuesten o el sexo que tengan. La historia debe tener pies y cabeza. Mi problema es que, desde varios años, la tendencia es mostrar por defecto a los hombres como lo peor de lo peor. Ni uno bueno. Me molesta sobremanera. No entiendo esta demonización. En la película los cenobitas son femeninos a excepción de Chatterer (el cenobita de los dientes, entregado al hedonismo) que es curiosamente al único que matan.

Luego tenemos un guion flojísimo de nuevo a cargo de mi odiado David S. Goyer. Un hombre sobrevalorado hasta la extenuación que tuvo la suerte de que le sonó la flauta con la de Blade (1998) y con las de Batman (2005-2012), y después nos entrega año tras año bodrios nada o poco originales que la crítica ensalza. Reconozco que quizá le tenga algo de manía.

La película de más de dos horas no da nada de miedo. Tiene algunas ideas curiosas como la función de la casa o las diferentes configuraciones de la caja, pero naufraga estrepitosamente en entregar lo que buscábamos… la mezcla de sexo, violencia y la pregunta de qué estaríamos dispuestos a sacrificar en busca del placer o del poder. ¿Estaríamos dispuestos a jugar con la caja para averiguarlo?

David Bruckner es muy torpe. Es cierto que tiene que lidiar con un guion muy normalito (no sé qué demonios se han fumado Clive Barker y David S. Goyer) que no aprovecha toda esa mala leche, todo esa atracción por la búsqueda del placer a través del dolor que Sí tenía tanto el libro original como las primeras dos películas. Ni un solo plano interesante, ni una sola escena que de miedo o desasosiego. Ver de lejos a Pinhead (perdón a la sacerdotisa de infierno) envuelto en un bruma azulada para que no cante tanto a maquillaje, lo hago yo y mis amigos del blog mañana por la tarde tras habernos "apretado" unas cervezas.


Recuerdo muy vívidamente la sensación de terror, de desamparo que me producía saber que los cenobitas vendrían a por el protagonista… a cobrar. Las paredes abriéndose, los pasillos alejándose, el Leviatán alzándose sobre el laberinto del infierno. Aquí parecen que los cenobitas saldrán tras una cortina estilo "Lluvía de estrellas" o "Got Talent" entre vapores de colores. Mal.

Hablemos del diseño de los cenobitas. Se nota y mucho que están maquillados. Las supuestos jirones de carne o lacerada se notan muchísimo. El látex no da el pego. El diseño de Pinhead es básicamente el mismo que el Doug Bradley de hace 25 años atrás con la novedad de que se le vea la tráquea y que sea mujer. Los demás cenobitas dan más pena que grima (también se les ve casi siempre de lejos o a oscuras). Mención aparte merece el horroroso diseño por malo del pérfido antagonista con esa cosa metida dentro del pecho.

Hablemos de las torturas… sí esas de las cadenas. Salen de refilón. No veremos cómo desgarran a nadie... ¿Para qué? No hay dinero para más.

Tampoco me ha gustado la representación que hacen de Belgrado, Serbia. La ciudad sale al principio. Llena de grafitis y sucia. Basura por todas partes. Si sale sólo tres minutos, querido director o guionista, pon una ciudad de tu país que seguramente habrá alguna que te sirva igual. Ya está bien de poner el Este de Europa como si fuera el infierno sobre la tierra. Belgrado (la he visitado hace apenas tres meses) no es un estercolero. Es un ciudad moderna.

En definitiva, Hellraiser es otra decepción tanto de forma como de contenido.

Valoración final:

⭐⭐ de 5. Mala.

Está para verla en casa sin nada mejor que hacer. No me extraña que no la hayan estrenado en España. Hay miles de películas con más "chicha" que esta peliculita.

Os dejo el tráiler subtitulado.


Si os habéis quedado con ganas de más cenobitas, podéis revisar aquí el resto de las películas de Hellraiser.

Sigue a Luis Fernández en Instagram


Comentarios

  1. Vaya decepción. Tenía esperanzas. Sólo he visto las 4 primeras y luego ya no pude más y los cenobitas me llevaron a su Infierno de la mediocridad. Gracias por la reseña. Al menos me he reído con ella

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Entrevista al autor Santiago Pedraza

Cuentos para monstruos: Witra - Santiago Pedraza