Órbita - Mariola Martínez Morales

Mariola Martínez

Colaboradora Relatos

24 de marzo de 2020, Juan autoriza su propia sedación. Sus pulmones, dañados a causa del maldito virus precisan de entubación.

—Cuando despierte, todo habrá pasado —le dice una doctora de ojos azules.

Ocho días después certifican su muerte.

—No hemos podido hacer más por él. —Esas fueron las frías palabras de la doctora, a unos familiares que no pudieron despedirse de su ser querido.

—Lo sentimos, pero el protocolo en estos casos es estricto.

Nadie pudo verle.

5 de abril de 2020, Juan despierta cansado y confundido en una sala llena de luces.

—Juan, ¿me escucha? —Juan, intentando acomodar su vista a la claridad, logra distinguir los ojos azules de la doctora.

—Sí. —acierta a decir.

—De acuerdo. Cuando se haya recuperado le explicaremos su nueva situación.

Hasta entonces, esté tranquilo y déjese cuidar por el personal médico.

—¿Mi nueva situación? —Su voz sonaba pastosa. —¿Dónde está mi familia?

La doctora salió de la sala sin contestar.

Tras la puerta, atronaba un sonido semejante al de mil ventiladores en funcionamiento.

Juan se incorporó como pudo, asomando la cabeza a través de la redonda ventana.

La blanca y perfilada silueta de la Tierra, se alejaba suavemente ante su horrorizada mirada.