La senda de la gloria / Sendas de gloria - Jeffrey Archer

 

La senda de la gloria o Sendas de gloria es una novela de Jeffery Archer del año 2010.

¿De qué va esta novela?

Esta es la historia de un hombre que amó a dos mujeres, una de las cuales terminaría matándole. 

George Mallory es un hombre obsesionado con las alturas; un aventurero intrépido que solo consigue mantener los pies al nivel del mar gracias a su única otra pasión: su esposa Ruth.

A medida que los retos van acabándose para Mallory, el monte Everest se alza ante él como el desafío definitivo. George quiere ser el primer hombre en alcanzar la cima del mundo y, como prueba de su amor, ha prometido dejar una fotografía de su amada en el pico más alto de la montaña. Una hazaña que podría convertirlo en leyenda.

Jeffrey Archer escribe muy bien, pero su forma de escribir adolece de épica necesaria.

En primer lugar, debo resaltar que el libro no es una biografía sino una recreación ficcionada, es decir basada en hechos reales pero tamizada / adornada por la imaginación del autor. 

Desde las primeras páginas somos conscientes del destino final de George Mallory y aun así el autor consigue que el interés no decaiga. Un punto a favor de Jeffrey Archer.

Una historia relatando el misterio de la primera ascensión en tocar cumbre del Everest debía respirar adrenalina por todos los poros y las páginas del libro no me han llegado a transmitir esa sensación de aventura, de desafío.

El personaje de George Mallory también me ha resultado demasiado unidimensional.

No solo es sumamente atractivo (lo era), sino además un esposo dedicado, un padre atento, un compañero alpinista que no duda en sacrificar sus sueños de ascensión para ayudar a otros compañeros heridos (esto me resulta bastante raro puesto que creo todo alpinista es en el fondo un tanto egoísta en busca de satisfacer su ego), un defensor a ultranza de los derechos de la mujer (estamos a principios del Siglo XX) y un rebelde capaz de escalar lo que se le ponga por delante.

Escala la basílica de San Marcos en Venecia para impresionar a su futura mujer, la torre Eiffel en París en un arrebato, el muro de su universidad de Cambridge para atender una reunión con su futuro tutor, el interior de la chimenea de un barco... Nada le viene grande.

Participa en la primera guerra mundial aun pudiendo estar exento por ser profesor universitario puesto que es un gran patriota. Lo dicho, es a mi entender un personaje demasiado bueno, sin grises. No se le puede reprochar ni un solo hecho o palabra malsonante. Siempre es muy correcto. Es más, decide no volver a intentar escalar el Everest, y al final solo accede a liderar el nuevo intento engañado por la Sociedad de Alpinismo.

A finales del libro incluso desea que el primer hombre en vencer el Everest sea un sherpa y no un europeo. No me lo creo. No después de repetir una y otra vez que vencer al Everest es su sueño.

El 7 de junio de 1924, George Mallory y Andrew Irvine partieron hacia "la cuchilla" (la cumbre por la arista noreste). Otros dos escaladores de la expedición Noel Odell y Hazzard se quedaron en el campamento en el collado norte.

Tras la primera jornada de marcha, el grupo alcanzaría los 8.160 metros sobre el nivel del mar, donde instalaron el último campamento, el C-6. Al día siguiente Mallory e Irvine partieron hacia la cumbre.

Después de aquello nunca se supo más de Mallory e Irvine. En los días siguientes Odell subió en dos ocasiones hasta el C-6 en su búsqueda, pero sin éxito. Estaba seguro de haberlos visto, con la ayuda de un telescopio, superar el segundo escalón (aunque con varias horas de retraso), por lo que siempre defendió la tesis de que, antes de morir, habían alcanzado la cumbre y que murieron en el descenso. Odell, hasta el día de su muerte, con 99 años, siguió defendiendo que sus compañeros fueron los primeros en hacer cumbre.

Como es bien sabido, oficialmente sería casi 30 años después, cuando Sir Edmund Hillary junto al sherpa Tenzing Norgay (decían de él que tenía tres pulmones) el primer hombre en coronar el Everest en 1953 y volver con vida.

George Mallory en 1915

75 años tras la desaparición de Mallory, el escalador chino Xu Jing declaró haber visto el cuerpo de Andrew Irvine en su ascensión a la cumbre del Everest, pero su testimonio estaba lleno de inexactitudes. Años más tarde, otro escalador chino llamado Wang Hongbao declaraba haber visto a un "inglés muerto" (Mallory o Irvine) a 8100 metros de altura. No pudo concretar más detalles al morir sepultado por un alud un día más tarde.

A principios de 1999 una expedición encabezada por Eric Simonson se desplazó a la vertiente norte del Everest para tratar de encontrar los cuerpos de Mallory e Irvine y dar con la respuesta a la pregunta de si Mallory e Irvine llegaron a la cima del Everest en 1924.

El 1 de mayo, Conrad Anker, miembro de la expedición, encontraría el cuerpo de Mallory en buen estado de conservación, momificado boca abajo, a unos 521 m de la cumbre, pegado a la roca. Tenía la tibia y el fémur de la pierna izquierda rotos. Deseosos de resolver el misterio, los miembros de la expedición buscaron la cámara de fotos que portaba Mallory. Según los técnicos de Kodak debido al tipo de película que se usaba en aquellos años, y las bajas temperaturas, aún sería posible revelar las fotos que se hubieran hecho en la cumbre. No la encontraron prueba de ello. El cuerpo momificado de Mallory se puede encontrar en Internet fácilmente.

En cambio, a día de hoy, el cuerpo de Irvine sigue sin aparecer. Eso si no hacemos caso a la teoría conspiratoria de que los chinos encontraron a Irvine, se llevaron el cuerpo y están guardando celosamente esta información al resto del mundo. Todo para proteger la afirmación de que el equipo chino de 1960 fue el primero en llegar a la cumbre...

Andrew Irvine durante su años de estudiante en el Merton College

Tras el descubrimiento del cuerpo de Mallory han surgido nuevas teorias que tratan de demostrar que Mallory e Irvine pudieron llegar a la cima.

Las más importantes se resumen en estas dos:

1. La hija de Mallory aseguró que su padre llevaba una foto de su mujer con la intención de dejarla ahí una vez que hiciera cumbre. Como dicha foto no fue encontrada con el cuerpo, hay quien piensa que tal vez la abandonase efectivamente al hacer cima, para morir después en el descenso.
   
   
2. Mallory no llevaba puestas sus gafas de sol (estaban en su bolsillo). Si no las llevaba puestas al morir, es posible que se debiera a que ya era de noche. Es poco probable que Mallory no hubiera abandonado si hubiese estado aún a 500 m de la cima al anochecer. La muerte pudo producirse pues al descender.

Reinhold Messner (el primer hombre que ascendió al Everest sin apoyo de oxígeno) defiende la teoría de que no pudieron superar el segundo escalón:

"El segundo escalón hasta el día de hoy no había sido escalado en libre por nadie. ¿Cómo pudo Mallory haberlo logrado con sus botas de clavos y 20 kg de peso a la espalda? Por cierto, al segundo escalón los ingleses llegaron tarde, demasiado tarde. Hasta la cima desde ahí no hay dos o tres horas, sino una eternidad".

Sir Edmund Hillary arroja la siguiente pregunta:

"Si escalas una montaña por primera vez y mueres en el descenso, ¿es realmente el primer ascenso completo a la montaña? Yo personalmente me inclino a pensar que tal vez es igualmente importante el descenso. Y la escalada completa de una montaña supone llegar a la cima y volver abajo sano y salvo".

Sea como fuere, jamás sabremos a ciencia cierta si Mallory e Irwing llegaron a la cima o no. El autor sí lo cree y románticamente yo también.

Valoración final:

⭐⭐⭐de 5.

Recomendable, aunque no me ha llegado a impresionar tanto como "Mal de altura" de Jon Krakauer (reseña aquí). A excepción de las primeras y últimas 30 páginas, no me he emocionado. Una lástima, tenía la historia de Mallory todos los ingredientes para ello.

No me he podido desprender de la sensación de que Archer ha "beatificado" en exceso a Mallory. Terminé el libro y sólo me quedaba mandar una carta al Vaticano para incluirle en el santoral por la buenísima persona que era. 

Hubiese preferido un relato en el que se incidiera más en las dudas, en el desafío, en el coraje, en la seducción que el Everest puede ejercer sobre una persona. Estamos hablando de abandonar a tu familia durante al menos seis meses sufriendo con los medios de locomoción de Inglaterra a Nepal de hace 100 años para hacer cumbre y apenas se habla de ello.

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