Entrevista al autor Santiago Pedraza
Un autor diferente capaz de sorprendernos con cada nuevo relato. Un estilo depurado y unos finales que no dejan indiferente a nadie. Hablamos de Santiago Pedraza, vive en la ciudad de México y ya tiene dos libros autopublicados en Amazon.
¿Qué te animó a publicar por Amazon?
En un principio estuve buscando opciones para publicar. Sin embargo, algunas de las editoriales que contacté no estaban interesadas y algunas otras me ofrecían un plan en el que yo debía aportar cierto capital, lo cual en aquel momento no me era posible. Publicar en una editorial tiene sus ventajas, pero en aquel momento no se dio. Después, buscando cómo autopublicar, encontré la opción de Amazon y me pareció atractiva. Aunque, como todo, tiene sus pros y sus contras.
¿Por qué es mejor autopublicar que esperar a que una editorial te llame?
Creo que Amazon ofrece muchas ventajas. Por ejemplo, pone en venta tu libro a una gran cantidad de países, te da un margen de regalías bastante considerable y se encarga de todo el proceso de venta y envío. Sin embargo, debes saber que todo lo relacionado a publicidad corre por tu cuenta. Es decir, eres tú quien debe dar a conocer tu obra y darle difusión. Ellos no harán mucho en ese aspecto, al menos en un principio. Esto me parece justo comparado con las demás ventajas. Publicar con una editorial también tiene sus ventajas, sobre todo si te dedicas a otras cosas y necesitas que alguien más se encargue de la gestión de tu libro. La espera puede ser larga y los rechazos a veces dolorosos, pero todo es parte del proceso. Además, una editorial hará todo lo posible por vender y dar a conocer tu libro, lo cual puede ser un gran apoyo. Solo es cuestión de ver cuál es tu caso para elegir la opción más conveniente.
¿Qué consejos darías a una persona que se quiere autopublicar?
El primer consejo es que crea en su proyecto. Esa es la piedra angular de todo. Si no crees que lo que haces vale la pena, será complicado hacer que otros se interesen. El segundo consejo es que presten atención al gran papel que ha tomado la tecnología y las redes sociales hoy por hoy. Actualmente todos pueden publicitarse, así que hay que buscar la mejor manera de hacerlo. La gente tiene muchas opciones y por ello debes captar su atención. Lo corto y certero suele funcionar. Hay que probar un poco de todo. Yo tardé algunos meses hasta que empecé a encontrar estrategias efectivas. El punto es no desistir.
¿Cómo te publicitas para vender?
Para darle difusión a mi proyecto, tengo una página de Facebook y un perfil de Instagram, dónde publico microcuentos y algunos escritos más largos. Afortunadamente estos textos han sido bien recibidos y estoy muy agradecido con la gente que los comparte. Es un gran apoyo.
¿Cómo es tu proceso para escribir?
Por lo regular me siento a leer muchas historias cortas, intercaladas con videos o podcast de terror. De todas estas historias que consumo salen ideas nuevas. Escribo muchas de mis historias en un cuaderno, y descarto bastantes hasta encontrar una que realmente me parezca buena. Por lo regular, cuando escribo relatos, los dejo «reposar», y los leo unos días después para saber si me gustan y no dejarme llevar por la emoción del momento
¿Qué tipo de música escuchas cuando escribes y buscas a la musa de la inspiración?
Realmente no escucho música mientras escribo, pero sí durante los descansos, para despabilarme. Esta música es muy variada, desde el metal más escandaloso y frenético de Underoath, hasta el piano tranquilo de Birdy o August and Julia.
¿Cuál es tu relación con el café? ¿Le quitas horas de sueño a tu vida para escribir eres un metódico con horarios restringidos?
El café me gusta mucho, y fue de gran ayuda para escribir mi segundo libro. Cuando escribo historias cortas o voy armando los borradores de historias más largas, no tengo un horario fijo, sino que procuro terminar mis actividades del día y luego usar mi demás tiempo disponible para escribir. Si embargo, cuando se trata ya de redactar un libro, sí me pongo una rutina. Me levanto por la madrugada, cuando hay más silencio y escribo unas cinco horas de corrido, con sus respectivos descansos.
¿Crees que es importante leer mucho para escribir bien?
La lectura es imprescindible, no solo para formar ideas sino para aprender a redactar. Me gusta leer en silencio, pues presto más atención y puedo hacerlo más rápido, por lo regular de madrugada, aunque algunas personas también prefieren leer de noche. Creo que es cuestión de ver cómo te es más cómodo. No considero que debas leer toneladas de libros si no lo deseas, pero sin duda acabar un libro que despierte tu interés te ayudará mucho a mejorar.
¿Cuáles son tus ídolos literarios?
El primer libro que leí y despertó mi interés genuino fue "Entrevista con el Vampiro" de Anne Rice. Me maravilló la manera en que la autora describía escenarios y sentimientos, hasta ese momento (mi adolescencia) no tenía idea de que se pudiera escribir así. "El coleccionista" de John Fowles, fue el primer libro que me dejó realmente perturbado emocionalmente y por eso le guardo un gran cariño, pues a lo largo del tiempo he buscado provocar una sensación parecido con mis escritos. Y bueno, entre los escritores que admiro, por lecturas posteriores, se encuentra desde luego H.P. Lovecraft, el horror cósmico me parece un concepto muy interesante. Ines Arredondo fue una escritora increíble por su manejo de situaciones complejas que ponen a prueba el marco moral del lector. Juan Rulfo tiene una prosa fascinante y es uno de mis referentes.
¿Se puede vivir solo de la escritura?
Sí, claro. O al menos se puede vivir cómodamente. Depende de cada persona. Yo, al menos, mejoré bastante mi situación en cuanto mi primer libro empezó a tener repercusión. Yo creo que el sueño de todo escritor es vivir de lo que ama y es ese objetivo el que se debe perseguir, y sobre todo buscar estrategias para lograrlo. No hay que pecar de idealismo, sino que hay que ser consciente de que el público leerá lo que desee, y si en un principio no elige detenerse a darle un vistazo a tu trabajo, eres tú quien debe hacer lo posible por hacerlo más atractivo.
¿Te lanzó a escribir más los libros buenos o los libros malos que leíste?
Un poco de ambos. Si te soy sincero, el libro que considero que me lanzó a escribir fue El Coleccionista de John Fowles. Esta novela me desarmó emocionalmente. Me parece que ya había mencionado que me dejó perturbado en varios sentidos. Después de la respectiva resaca literaria que me provocó este libro, comencé a leer de forma compulsiva otros títulos, pero ninguno me provocaba lo mismo que El Coleccionista, eran muy pocos los que me dejaban una sensación vagamente cercana. Así que, tras no encontrar algo parecido, decidí empezar a escribir relatos cortos buscando provocar en el lector (y en mí mismo) el sentimiento que tanto buscaba. Posteriormente conocí a otros escritos que me impresionaron de forma distinta y descubrí que pueden existir muchas aristas en la literatura y un abanico mucho más extenso de emociones. Sin embargo, John Fowles tuvo un gran peso en mis comienzos.
¿Te has encontrado con muchas piedras en el camino a la hora de escribir?
No lo llamaría piedras en el camino, pero sí hubo un proceso largo de aprendizaje. Y por supuesto, aún lo hay. Uno nunca deja de aprender y descubrir cosas. Los primeros seis meses desde que publiqué mi libro y abrí mi página de facebook no hubo grandes resultados. De hecho el proceso fue muy lento y tuve que intentar escribir en distintos formatos y estrategias. Cuando finalmente algunas de ellas rindieron frutos (por ejemplo los microcuentos y los relatos de una cuadrilla) fue cuando la página comenzó a crecer y Cuentos para Monstruos empezó a tener difusión.
¿Escribes para ti o para el público?
Definitivamente para ambos. Al momento de escribir, desde luego, yo soy quien debe estar conforme con el texto, debe gustarme el resultado. Pero sin duda, el proceso se completa cuando los relatos se comparten. Ese es el punto de escribir: ser leído. A veces los cuentos tienen una gran recepción, y estoy muy agradecido con ello. A veces no tienen tanta, pero eso es normal, supongo. El punto es no publicar algo que no me convence, sino escribir algo que me gustaría leer, y que al público le nazca compartir por voluntad propia.
¿De tus retoños literarios, cuál es tu historia favorita?
Esa es una pregunta bastante difícil. Hay microcuentos que me gustaron mucho y sonrió cuando vuelvo a leerlos. Sin embargo, para no alargar mucho las cosas , te mencionaré algunos relatos largos que me gustaron mucho del segundo tomo de Cuentos para Monstruos, el volumen Witra: El gran perro, Mosca en una telaraña, Universo Gigantesco, Monólogo entre cachivaches, Dos chicas bebiendo a escondidas, Marichuy y En casa de mi tía.
¿Compras muchos libros?
Hubo un tiempo en que sí, compraba muchos. Hoy en día leo unos tres o cuatro libros al mes, principalmente libros que me parecen muy atractivos o que han marcado un hito en la literatura de terror, a diferencia de antes, que procuraba leer de todos los géneros y sin importar la temática.
¿Has realizado alguna firma?
No, aunque es una idea que no descartaría en un futuro.
Si surgiese la oportunidad de vender tus historias como base para una serie televisiva a riesgo de perder el control creativo sobre ellos, ¿Lo harías?
Actualmente creo que todo escritor sueña con ver reflejada su obra en una pantalla, aunque si se distorsiona mucho entonces ya no tendría sentido, dejaría de ser tu obra. Si bien es cierto que a veces las adaptaciones requieren de algunos cambios para poder proyectarse, no creo que aceptaría que estos fuesen demasiados. En todo caso, me gustaría plasmar algunos relatos en cortometrajes y filmar una película en un futuro.
Y con esta última pregunta nos despedimos de Santiago Pedraza que no sólo es un grandísimo autor si no además una grandísima persona, dándole las gracias por su valioso tiempo y con la firma intención de volver a entrevistarle en el futuro.
¡No te pierdas las entrevistas anteriores!
Sigue a Luis Fernández en Instagram
Comentarios
Publicar un comentario