Entrevista exclusiva a Alberto Jiménez & Klaus Fernández
- Alberto: Francisco recibe un mensaje que le obliga a volver. Quería poner un espacio entre sus antiguos jefes del Círculo y él. Haber estado en el mismo lugar habría generado un conflicto. La llamada del Círculo es Ley. Huir no habría servido de nada pues cualquier vampiro estaría legitimado a castigar la obediencia a una afrenta como supondría no acudir a esta llamada de sus superiores.
Pregunta a Klaus: La figura del malvado ayudante torpón que termina arrebatando nuestros corazones, no es nueva, lo hemos visto en la exitosa “Gru, mi villano favorito” pero hasta el momento no en la forma de un diablillo. ¿Por qué un diablo? ¿Qué te movió a presentarnos un personaje (un diablo) a priori poco simpático, difícil de digerir? ¿Qué hace Max distinto a los demás?
- Klaus: La figura del malvado torpón... Me hacía gracia que fuera un personaje a priori poco interesante. Feo, pequeño. El típico personaje que está de ayudante o a la sombra. El que está en los márgenes de la página. Me parece mucho más interesante que el típico actor principal. Lo que le hace diferente es precisamente su marginalidad. Como las chaquetas rojas de Star Trek. Personajes prescindibles.
- Alberto: Sí. Llegué a tener hasta tres títulos distintos. No me preguntes cuáles fueron los descartados y porqué. No los recuerdo. Sí puedo decir que la aliteración de la “ñ” me terminó de convencer para marcar la intención de hispanizar el relato: una historia de vampiros y magia en nuestro territorio.
- Klaus: No tenía ni idea, al juntar varios cuentos, me pareció lo más natural. Soy así de súper original.
- Klaus: Reparos... No. No me importa escribir sobre seres que no existen. Aunque luego me comentaron que podía ser inadecuado y me autocensuré un poco, Llegué a valorar incluso en cambiar el personaje del todo. Pero luego pensé, si lo hacen los Simpson, ¿por qué no lo puedo hacer yo?
- Alberto: Lo primero que quisiera puntualizar es que no hay alienígenas en el relato. Las criaturas llamadas arañas son en realidad unos parásitos que se implantan en seres humanos. En realidad, proceden del interior de la tierra. Siempre me ha llamado la atención el subsuelo volcánico de la zona de Campo de Calatrava y resulta poco conocido por el público en general. Las fisuras en el suelo de las que emana calor, gases o pequeños geiser; son espacios que llaman poderosamente al misterio y a dar rienda suelta a la imaginación sobre qué otras cosas podrían salir de allí. En cuanto a la cantidad de personajes y temáticas, sí: es más que probable que se me haya ido la mano por intentar abarcar demasiado. Mi principal pretensión es volcar en mi paisaje todo aquello que me ha fascinado siempre en la literatura y el cine fantástico: magia, vampiros, posesiones por parásitos, sectas, la consabida agencia secreta del gobierno… Bueno se quedan por el camino muchos personajes y criaturas a las que no he dedicado una sola línea en este libro. Así que tendrán que aparecer en los siguientes. ¿Acaso no tienen los hombres lobo cabida en mi imaginario? Quizá esta auto-pregunta sea un spoiler. Lo dirá el tiempo. Me gusta la posibilidad de que hasta el vendedor de pipas de la esquina tenga una historia detrás que haga que el conjunto de la narración se tambalee. Para mí, todos son extraños, especiales y particulares. Cualquiera de nosotros merece un libro.
Pregunta a Alberto: El personaje de Valeria se come literalmente página tras página a Francisco. ¿Qué te inspiro a crearla de piel multi-tatuada, estilo goth, casi nerd? ¿Quizá una patada al estómago al personaje de presencia casi clásico de Francisco?
- Alberto: Ya sabes, porque hemos hablado otras veces, que no soy un escritor de método. Algunos personajes se me han muerto en los brazos. Ellos no sabían que iban a morir a traspasar esa puerta, pero ¡es que yo tampoco! Con el personaje de Valeria me pasa lo mismo: sin ser el personaje protagonista al final, narrativamente, se come al protagonista. Pero eso también le pasa a otro personaje: el coronel Tapia. Yo no esperaba que diera tanto de sí y también eclipsa al protagonista. Por todo eso me resulta muy difícil responder en qué me inspiré. No son personajes que vengan de una programación. Han conseguido su personalidad a través de la historia. Yo puedo hacer el análisis a posteriori de porqué son así pero no había algo predeterminado para ellos.
- Klaus: Me gusta no dar muchas explicaciones de dónde transcurre todo. Desde luego, no es una época muy actual pero tampoco muy antigua. Hay faros, bicicletas, inspectores de hacienda... ¿Galicia, Polonia? Pues vale.
- Londres, Madrid o NYC no son escenarios fáciles, son populares. Yo he tratado de huir de lo popular. Lo fácil y lo que me apetecía era moverme por espacios comunes y conocidos. En esos espacios conocidos es donde se desarrolla la mayoría de la trama. Lo complicado fue llevarme el relato a lugares que me son completamente ajenos como Irak y Corea del Norte. Eso me exigió una ingente cantidad de trabajo de documentación de lugares, geografía, historia, edificios, cultura, gastronomía… de la que no tenía ni idea. Partía por completo de cero. Todo por huir precisamente de lo popular, de lo ya visto.
- Alberto: Durante toda mi vida le he tenido mucho respeto al oficio de escritor. Siempre había pensado “si no lo puedes hacer bien, no lo hagas”. Pero después de muchos años y muchas lecturas a mis espaldas (a mis ojos sería más correcto), he leído muchas historias mediocres. Como creo que es la mía. Yo ya sé que no he escrito un Best-seller, ni mucho menos. Pero supe que podía hacer algo digno y lo he hecho. Hay que ponerle mucho esfuerzo y echar muchas horas delante del ordenador, pero creo que ha quedado, si no bien, un trabajo digno que puede entretener a la gente. Si me dan un pastón por los derechos que hagan lo que quieran con el relato. Jajaja. Como si lo quieren convertir en un musical. En serio, creo que podría guiar bien, de alguna manera, la forma de que esto se llevara a la pantalla, pero no soy un engreído como para pensar que yo tengo más idea que el director sobre cuál sería la mejor forma de llevarlo a la pantalla.
- Klaus: Al final el hijo tiene que volar. ¿Qué me llevó a publicar? La pura envidia (risotadas conjuntas entre Alberto y Klaus)
- Alberto: Puestos a pedir para Francisco pediría a Jesús Castro, Valeria para Megan Montaner (que me ha parecido espectacular en "30 Monedas" y Najwa Nimri como la Bruja
Pregunta Klaus: ¿Serie Netflix estilo "Desencantada" película al estilo Disney o con actores
reales con efecto CGI?
- Prefiero serie de Netflix de alto presupuesto. Y si no personajes reales todos interpretados por Pedro Pascal (jaja)
- Alberto: Yo creo que ya, en el relato, están cubiertas todas las cuotas. Tenemos un poco de todo. España es un crisol, pero no contentos con eso, me salgo de las fronteras dando papeles de mucho peso a personajes que son de otras culturas. Y la orientación sexual de los personajes creo que es bastante variada. Puede que haya quien, en algún caso, se encuentre incómodo en estos términos.
- Klaus: Me molestaría que lo cambiaran de sexo, raza a mis personajes. Los he escrito así por algo. Pero podría hacer un Alan Moore negando todo y secándome las lágrimas con fajos de billetes.
- Alberto: La palabra sería Antología porque es un cúmulo de situaciones, personajes, criaturas que (me ha costado mucho) forman un relato coherente. Al menos eso es lo que he tratado de conseguir. Antología porque el proyecto no nace como una historia sino como un conjunto de relatos independientes que fui elaborando y que, después, he conseguido doblegar para que encajen en un único hilo argumental. ¿Solo una canción? Sun & Moon del proyecto Two Steps from Hell
- Klaus: El tema principal de la serie "Desencantada"
Pregunta a ambos: ¿Os influyen mucho las críticas, para bien o para mal? Teméis defraudar o la temida frase de cualquier autor, esto está mal escrito o está más visto que el TBO?
- Alberto: Creo que se nos da muy mal criticar. A todos. La gente no sabemos criticar. Me incluyo. “Si digo algo que yo creo que habría que corregir puede que le siente mal”. No. Yo lo agradezco. Puedo sentir rabia, vergüenza, decepción… Como a cualquiera a quien pillan en una falta. Pero es que yo creo que esas no son emociones negativas. Uno se recupera de ellas y corriges, y aprendes, y das las gracias. Aunque me pese. Otra cosa es lo que yo lleve por dentro, que no lo voy a decir, pero eso no quita que no me eche unas cervezas a continuación con alguien que me acaba de poner a caldo.
- Klaus: Me molestan las críticas no constructivas, las que van sólo a hacer daño.
Pregunta a ambos: ¿Habrá una segunda parte? ¿O la historia está cerrada? En el caso de Klaus, parece que sí, pero Alberto dejo muchas interrogantes. En caso afirmativo, ¿tenéis ideas ya en mente?
- Alberto: Sí. Ya está escrito el argumento de la continuación a este relato. Como dices, habían quedado muchos interrogantes en el aire y tengo esa deuda con mis pocos, pero leales lectores.
- Querido Nicolás. La importancia de la comunidad marroquí en España es algo innegable. El hecho de que allí, las relaciones homosexuales estén prohibidas y, aquí, el matrimonio homosexual sea legal; me da la motivación para traer a esos personajes hacia la península, hacia mi territorio conocido.
- Las ideas las sacó de nuestras propias conversaciones, nuestro humor absurdo. Looney Toones, Mortadelo y Filemón, el Grinch...
- Hola Gervasio. ¿Qué tal? Pues sí. Trato de llegar al máximo número posible de lectores porque para eso escribe uno: para que lo lean. Si bien vivir de esto, de la escritura, es una utopía, al menos, hay que intentar que no nos cueste dinero. Hay que intentar llevarlo a la mayor cantidad de canales posibles. El tradicional, de la venta en la librería también es uno de ellos. Prostitución no. Me siento más mercenario que prostituta cuando puedo vender algo.
- Estoy trabajando en otro relato un poco más largo, igual de absurdo. También en una especie de antología junto a mi hermano Luis y mi amigo Beto.
Muchas gracias Luis por la entrevista. Me lo he pasado bomba. Un apunte. El que se ve secándose las lágrimas con los dólares es Woody Harrelson. Bien cogido el meme. Pero al referirme a hacer un Alan Moore, quiero decir lo típico de un autor que vende los derechos de sus obras, luego reniega de sus adaptaciones (Watchmen, From Hell, La Liga de los Hombres Extraordinarios) mientras le caen las monedas en la bolsa. Cling. Cling. Cliiiiiiiiing.
ResponderEliminar¿Os parecería interesante relatar aquí mi proceso de creación de Cuentos de Max? O sea, en que pensaba al crear cada personaje. Cómo me los imagino...
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