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Verónica (Paco Plaza, 2017)

 


"Verónica" es una película de terror del año 2017 dirigida por Paco Plaza protagonizada por Sandra EscacenaAna TorrentBruna GonzálezClaudia Placer e Iván Chavero entre otros. Inspirada en un caso real acontecido en el barrio de Vallecas durante el verano del año 1991.

Cuídate de todas aquellas películas que se promocionen con la frase "Inspirado en un caso real". La palabra inspiración es de nuevo sumamente generosa en esta mala película. 

Me gustan las películas de terror. Son mi debilidad. Me provocan una sensación de inquietud que a poco que ofrezcan me valen. Y me gustan las películas de terror españolas. En la mayoría de los casos son atrevidas y se aparten de los topicazos americanos. Tienen, los largometrajes españoles, la virtud de sorprender en sus finales (al igual que los japoneses) y tiran por finales más cruentos donde el regreso del malo de turno no es una lucecita que se enciende en una habitación o una tumba de la que sale una mano descarnada.

Tras disfrutar enormemente con REC dirigida ex aequo por Balagueró y Plaza, y una de las mejores películas de terror de todos los tiempos, seguía con sumo interés la filmografía de ambos por separado. Hoy tocaba recuperar un largometraje, con algunos añitos a su espalda, de Paco Plaza. Quizás, por tratar un tema tan manido como el de un Ouija o por la ausencia de actores reconocibles, no le había dado una oportunidad hasta ahora.

Menuda decepción. Qué mala. Mala con avaricia.

No tiene nada que ver con la historia real a excepción de estar ambientada en la ciudad de Vallecas. Ni el nombre de la protagonista (en realidad la muchacha se llamaba Estefanía), ni el número de hermanos (en la película cuatro, en realidad seis), ni en la personalidad enfermiza y deseosa de fama de la madre, ni el padre ausente (en la película está muerto), ni en el eclipse solar que no tuvo lugar en la realidad, ni en la aparición de una monja ciega, ni a quién quisieran contactar las amigas en la ouija (en el largometraje con el padre muerto, en la realidad con el novio fallecido en un accidente de moto), ni siquiera en el triste final de la protagonista. Nada.

Entonces... ¿Verónica qué es? Pues es un despropósito donde nos quieren vender una película de terror que está más alejada del caso real que yo de un gimnasio.


¿Qué pasó en realidad en el famoso "Expediente Vallecas?

A la una madrugada del mes de noviembre de 1992, la Policía Nacional recibió la llamada de la familia Gutiérrez Lázaro denunciando sucesos extraños e inquietantes en forma de ruidos y golpes sin explicación, en su domicilio de la calle Luis Marín, de Madrid. Decían incluso que una figura de grandes dimensiones aguardaba en un pasillo. El miedo que sintieron fue tal que decidieron esperar a los agentes en plena calle a pesar de que la temperatura rozaba los cero grados.

El inspector José Pedro Negrí subió acompañado de cuatro agentes al interior del domicilio. Lo que encontró allí fue definido por él mismo como "una situación de misterio y rareza". 

En un primer momento, no observaron nada antinatural y sólo, al apagar las luces (a instancia del padre), empezaron a pasar cosas raras. La puerta de un armario se abrió de manera súbita y llegaron ruidos desde la terraza (Ricardo, uno de los hijos confesará años después que fue él quien hizo ese ruido). Fueron allí a toda prisa, pero no había nadie.

En el salón había una pequeña mesa cubierta por un mantel que sostenía un teléfono. Ante la propia mirada de los agentes, la pequeña pieza textil empezó a revelar una mancha marrón (Maximiliano, otro hijo confesaría que la mancha era de un potito de comida de bebé que  había cenado el hermanos pequeño antes). Al tacto, eran babas. Esa fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de varios de los agentes. Tres de ellos pidieron esperar fuera del edificio. Un permiso que les fue concedido por el inspector ante la gravedad de los hechos.

El inspector reflejó plasmó en su declaración todo lo que sucedió aquella noche. Este acta se le conoce como el informe Vallecas. Salió a la luz al año siguiente del incidente y causó un gran revuelo. 

La investigación policial llevada a cabo y basada en los testimonios de la familia reveló un suceso extraño. En concreto, no tardaron en asociar la muerte de Estefanía Gutiérrez Lázaro, hija del matrimonio que alertó de los sucesos, con lo allí sucedido.

En 1990, la joven Estefanía decidió jugar a la ouija con sus amigas deseando contactar con el novio de una de ellas, que había fallecido hacía pocos meses en un accidente de moto. La sesión quedó interrumpida por una de las profesoras impidiendo que las jóvenes pudiesen despedirse de los espíritus con los que habían contactado.

Ahí fue cuando comenzaron los problemas según los padres. A partir de ese día Estefanía empezó a sufrir alucinaciones y convulsiones. Contaba que escuchaba voces aterradoras que procedían de su propio domicilio y su salud física empezó a deteriorarse a pasos agigantados.

En el mes de agosto de 1991, Estefanía fue ingresada en el hospital Gregorio Marañón donde fallecería. Según el forense Pedro Cabezas en el acta de fallecimiento, la chica fue víctima de "una muerte súbita y sospechosa".

Tras la muerte de Estefanía, los sucesos paranormales continuaron y se hicieron visibles para su familia que no se había percatado de ellos hasta ese momento. Al final pusieron el domicilio en venta para empezar de cero. La familia que se hizo con la casa nunca llegó a ver nada raro.

Que cada un@ saque sus propias conclusiones sabiendo que dos de los hermanos confesaron años después que la madre se lo había inventado todo para sacar tajada. El profesor de lo oculto Jiménez del Oso y el polémico Iker Jiménez junto a parapsícologo Tristanbaker ya le había dado publicidad.

La madre por su parte estaba medicada con Tegretol, sufría de epilepsia y, según los médicos, tenía una capacidad imaginativa considerable con desviaciones en la percepción de la realidad y con un cuadro de desequilibrio emocional además de ser neurótica.

Vamos un deshecho de fiabilidad.


Curiosidades:
  • El año 1991 tuvo un eclipse solar total, que fue en julio, no en junio. Este eclipse fue visible en América Latina y no en Madrid.
  • En junio de 1991 no hubo un viernes 13. En 1991 los únicos meses con viernes 13 fueron septiembre y diciembre.
  • Cuando los niños entran por primera vez en el bar donde trabaja la madre de Verónica, Ana, ésta le promete a Antoñito dos euros. El euro no fue de curso legal en España hasta 1999 (los billetes y monedas no se introdujeron hasta 2002). Recordemos que la película está ambientada en 1991.
Valoración:
⭐ ⭐ de 5.

Mala. Paco Plaza dirige con extrema pereza y apatía una historia que hubiese dado "quizás" para algo más. Lo peor que le puede pasar a un largometraje de terror es que no de miedo.

A excepción del buen hacer de la debutante Sandra Escacena y de tres planos originales (véase la escena del plano vertical donde se despierta Verónica tras una pesadilla, otro de la protagonista caminando sobre las páginas de una revista y otro haciendo uso de un sacacorchos a modo de crucifijo) el resto del largometraje se hace eterno.

Nadie entiende el topicazo de la anciana monja (La hermana Muerte) fumando como un carretero a todas horas que se cegó a sí misma para no ver los espíritus. En el 2023 se rodó una secuela/precuela basado en este personaje.

Mención aparte, el horroroso uso de las canciones del grupo zaragozano "Los héroes del Silencio" en la película que, en lugar de reforzar las escenas, nos distrae de ellas.

Como de costumbre, os dejo el tráiler.


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Comentarios

  1. A mí tampoco me gustó la película. No aporta nada y todo está más visto que el tebeo. Gracias por la reseña.

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