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Dulces sueños... - Robert Bloch

 


"Dulces sueños..." (Pleasent dreams) es un libro antologico de cuentos de Robert Bloch escrito en 1994.

Las quince historias que componen esta antología de Robert Bloch mezclan historias de vampiros y de fantasmas, locos e inocentes asesinos.

Os los resumo a continuación junto a mi valoración personal:
  • Dulces para lo dulce.
Una institutriz se sincera al hermano de su patrón: su trabajo es horrible; su patrón es un ser violento y la niña a la que cuida, una bruja.

Estupendo relato de terror que termina mucho mejor de lo cabría esperar. Muy bueno.

⭐⭐⭐⭐⭐ de 5.
  • Los hacedores de sueños.
Un periodista enamorado del cine mudo desea conocer el destino de sus ídolos de la juventud solo para descubrir que un oscuro secreto los obligó a retirarse todos al mismo tiempo.

Una prometedora idea que se alarga demasiado para entregarnos un final poco satisfactorio, aunque reconozco que la imagen de las tijeras gigantes es tremenda.

⭐⭐ de 5.
  • El aprendiz de brujo.
Hugo es un huérfano que tras huir de un orfanato se convierte en ayudante de "El Gran Sadini", un mago con el que recorre Estados Unidos junto a su pérfida esposa.

Muy bueno. Haciendo uso de un símil futbolístico; directa y al pie. Tengo una reconocida debilidad por los magos de aspecto circense con capa y levita.

Creo reconocer un homenaje del autor a Víctor Hugo y al jorobado de Notre Dame; el protagonista de nombre Hugo es bizco y chepudo, corto de luces, pero de buen corazón y el mago se llama Víctor. ¿Casualidad?
 
⭐⭐⭐⭐⭐ de 5.
  • Beso tu sombra.
Tras fallecer en un accidente de automóvil, Donna vuelve a visitar a su marido por las noches en forma de sombra. Pero su regreso nada tiene que ver con el amor.

Terrorífico. El principio es algo manido, pero a medida que avanza la historia y cómo termina es sublime. 
 
⭐⭐⭐⭐⭐ de 5.
  • Mr. Steinway.
Una joven se interpone entre un hombre y su amor por su piano "asesino" Steinway que parece estar dotado de vida propia.

Este cuento fue adaptado en un segmento de la película "Las tijeras del diablo" (Torture Garden) de 1967.

Un objeto que cobra vida propia extrayendo la energía vital al pianista. No demasiado original, aunque el final sí me ha gustado.

⭐⭐ de 5.
  • El espíritu propicio.
El señor Steinway ha reunido a sus familiares más allegados para una cena muy especial.

Relato demasiado previsible. La historia daba quizás para más. Algo flojo.

⭐⭐ de 5.
  • La gatera.
El adolescente Ronnie Shires es un bravucón y una mala persona. Insulta, veja, trata mal a sus amigos y da pedradas a los gatos. Pero su afán por destacar en su mediocridad le hace cometer un error enorme: meterse con la vieja del gato negro del vecindario.

Una bruja con un gato que persigue al protagonista. Muy convencional. Flojo, ni el habitual final blochiano levanta este relato bastante mediocre que no dice nada.

⭐⭐ de 5.
  • Las gafas tramposas.
Unas antiguas gafas adquiridas en una tienda de antigüedades con un don oculto y cuatro historias entrelazadas con finales dispares. 

Las historias pierden frescura a medida que la sorpresa inicial del poder de las gafas es revelado. Unas gafas capaces de leer los pensamientos no es el culmen de la originalidad, ¿cierto? Tampoco lo es que cada portador de las gafas tenga instintos asesinos.

⭐⭐ de 5.
  • Rapsodia húngara.
Solly Vincent es un mafioso retirado en una casa de campo, quien ve alterado su vida al enterarse que una espectacular refugiada húngara ocupará una casa cerca de la suya. Tras espiarla con unos prismáticos, le ve retorcerse desnuda sobre un lecho de monedas de oro y decide hacerle una visita.

A pesar de que intuímos que la condesa Helene Esterhazy sea una vampiresa desde la primera mención, eso no quita ápice de lo muy entretenido que es el relato. Me ha gustado.

⭐⭐ de 5.
  • El faro.
Lo que en principio parecía el destino ideal del protagonista se convierte en un viaje a la locura cuando éste descubre el poder de su mente para la creación de objetos para acompañarle en su soledad.

El cineasta Robert Eggers junto a su hermano Max se inspiraría en este relato para su largometraje del mismo nombre del año 2019 y protagonizado por Willem Dafoe y Robert Pattinson.

Como curiosidad, en 1997, Ediciones Áltera pidió a varios escritores españoles y latinoamericanos que continuaran el relato original de Edgar Allan Poe. La versión escrita por Christina Fernández Cubas, está incluida en su antología Todos los cuentos (Tusquets Editores 2008).

El relato entrega menos de lo que promete. ¿El final? Demasiado previsible.

⭐⭐ de 5.
  • La casa hambrienta.
Un joven matrimonio se muda a una vieja mansión abandonada. Al poco tiempo, empiezan a percibir reflejada en los espejos una presencia que los observa.

Os dejo un extracto de una parte del relato que me ha encantado.

Allí estaba, fuera ya del armario, aún tembloroso, tratando de pensar en otras cosas, tratando de mantener su mente alejada de aquello que medio había visto, medio había sentido, medio había reconocido... Pensó en los espejos un momento. Pensó en el hecho de mirarse en un espejo. Las mujeres lo hacen constantemente. Los hombres son distintos.

Los hombres, también él, son conscientes del terror de los espejos.

Podía recordar cuando iba a una sastrería y se miraba en uno de esos complicados espejos en los que uno se puede ver de lado al tiempo que se ve de frente. ¡Qué shock tan fuerte procura eso la primera vez, y todas las veces! Un hombre parece distinto en un espejo. No aparece ahí como se imagina que es, ni cómo cree que debe ser. El espejo distorsiona. Por eso los hombres cantan y silban mientras se afeitan. Para mantener sus mentes alejadas de su reflejo. Si no lo hicieran así, se volverían locos... ¿Cómo se llamaba el tipo aquel, el personaje mitológico griego que se enamoró de su propia imagen? Narciso, ese mismo... Se pasaba las horas contemplándose en el reflejo que de él hacía el agua de una fuente.

Las mujeres, sin embargo, soportan tranquilamente verse en el espejo. Es así porque las mujeres nunca se ven como son. Ven una idealización de sí mismas; en realidad, al mirarse al espejo tienen visiones, Polvos, carmín, pintura para los ojos, mascarillas, brillantina, o la sola vacuidad a la que todos esos elementos deben dar forma. Las mujeres sufren con gusto la locura de verse, porque son pequeñas locas...

Una maravilla de relato. Tengo una reconocida predilección por las casas abandonadas y el relato me tenía ganado ya desde las primeras páginas con su atmósfera. 

⭐⭐ de 5.
  • La bella durmiente.
Morgan se lamenta en un bar de Nueva Orleans que la ciudad haya perdido su encanto. El encuentro casual con un vagabundo en un cementerio le llevará a conocer a la reina roja.

Relato chulo pero excesivamente parecido a muchos otros. El final no es nada sorprendente.
Al parecer hay una leyenda mejicana parecida en la que un sacerdote confiesa a una mujer moribunda y regresa al día siguiente en busca del rosario que había olvidado.

⭐⭐⭐ de 5.
  • Dulces dieciséis.
Ben Kerry es un antropólogo que prefiere los "salvajes" a la gente civilizada.  Vive en el campo para evitar a la gente en la medida de lo posible, y le molesta que la gente de la ciudad se mude al barrio.  Hace una excepción con su antiguo alumno Ted Hibbard, que se acaba de mudar a la zona para que su hijo Hank no tenga que asistir a las escuelas de mala muerte de la ciudad, llenas de delincuentes juveniles. 

No me ha gustado. No dice nada. No entiendo la fama que tiene este relato bastante mediocre.

⭐ de 5.
  • Tren infernal.
Una historia de pacto fáustico entre un vagabundo y un maquinista de tren muy especial.

A pesar del inesperado final, la historia no es demasiado original. Los tratos con el maléfico que a cambio de un regalo irrechazable te pide tu alma están demasiado vistos. Lo mejor el final.

Robert Bloch, ganaría el prestigioso premio Hugo de ciencia ficción por este relato en 1959.

⭐⭐⭐ de 5.
  • Enoch.
Seth vive cerca de una ciénaga, pero no vive solo. La voz dentro de su cabeza de una pequeña criatura llamada Enoch le ordena decapitar a la gente y traerle su cabeza.

Genial. El autor juega con la ambigüedad de la locura de Seth y con los prejuicios de la salud mental de los que le apresan. De nuevo el final sorprende por su originalidad.

⭐⭐⭐⭐ de 5.


Valoración general del libro:
⭐⭐⭐ de 5.

Bloch es un autor que escribe y tiene una visión muy audiovisual, casi teatral. Sus historias podrían ser perfectamente capítulos para una serie televisiva semanal con pocos personajes y escasas localizaciones para mantener el ajustado presupuesto del capítulo.

Esto no es malo per se, pero merma, a mi entender, la ambición del relato. 

Es cierto que los lectores no deseamos que nos introduzcan un mundo novedoso lleno de fantasía y desafíos cada 20-25 páginas, pero si algo sí permite la escritura es pensar a lo grande sin miedo a un presupuesto que debes contener.

Por lo demás, no tengo más quejas y he disfrutado con sumo placer de la lectura de esta antología y recomiendo el libro efusivamente. 

Es una lástima que muchas de sus historias tengan un sabor de ya visto, ya leído cuando en realidad fuera Bloch el primero en contárnoslas. Es lo que tienen los clásicos. Estamos acostumbrados a versiones mordernas de casi todo y nos olvidamos de valorar el relato clásico en el que está basado.

Ahora a leer su obra más conocida: "Psicosis". Os mantengo informados. ✌

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