Desconocidos - David Lozano Garbala
Lara, una chica de instituto, conoce a Wilde a través de Tiwtter y quedan para cenar. Al mismo tiempo, Irene Castell, de los mossos de d´esquadra, investiga la muerte de un joven que, en principio, se ha suicidado.
Solo con estas dos historias que transcurren paralelas en el tiempo. El primer capítulo es el 30 de junio a las 20:31h. El último es ya el 1 de julio a las 00:40 h. En este lapso de tiempo transcurre la cena y la investigación. Como podéis suponer ambas están relacionadas.
El motivo de leerme este libro (thriller juvenil) es que se lo mandaron a mi hija como lectura obligatoria en secundaria. Yo no habría puesto mis ojos en él por otro motivo, pero me gusta saber qué leen mis herederas.
No es mal libro para concienciar a los adolescentes y jóvenes sobre los peligros de las redes sociales. No puedes estar seguro de quién es y qué motivaciones tiene la otra persona con la que te estás comunicando. Porque básicamente todo transcurre alrededor de este concepto. Lara ha quedado con un chico del que conoce un alias, un nickname, un Wilde que es un personaje. En cierto momento se podría haber jugado a si la propia Lara no pudiera ser un personaje también.
A mí me pilla algo lejos todo el medio ambiente en el que transcurre la trama. Como un toro resabiao, digo en mi cabeza: "Pero ¿dónde vas?". La forma de ligoteo tan... ¿Tierna, sosona, aburrida...? A mí no me llega en ningún momento porque ya me pilla muy lejos. El "juego" que se traen entre ambos es patético a mi modo de ver, pero... Claro, yo ya no soy un adolescente. ¡Qué voy a saber yo!
«Pero si ya salías con alguien mayor que tú...» Estamos hablando de dos años de diferencia. 17 y 19 años. Se hacen grandes unas cosas que ni ahora, ni cuando yo tenía esta edad, tenían tanta importancia como se le quiere dar.
Cuando dicen «Tú también te has arriesgado». ¡Uh! Sí. Viviendo al límite. A ver, dos chavales han quedado a cenar en un McDonald´s, yo no lo veo como una conducta de riesgo. Riesgo era cuando yo me iba de fiesta a otra ciudad. Por cierto, se tiran en el restaurante cuatro horas, la mitad de la novela no es mas que una conversación de dos adolescentes bastante verdes. Pero verde de empezar a brotar, porque allí no hay más que te pongo la mano encima de la tuya y para de contar.
Hasta los propios personajes se le van de las manos al autor y verbalizan que están girando continuamente sobre el mismo tema:
«—Mas te vale, porque no pienso conformarme con tus secretos durante más tiempo. Ya te lo he advertido.
—Y yo te he contestado que...»
Todo el rato hablando de sus secretos, sus misterios, que no quiero decir, que me dijiste... Para mí bastante aburrido, se ve que para el propio personaje también. Hay un momento en el que dicen «Creo que esta es la cena más lenta de toda mi vida» y para mí también lo estaba siendo.
Hay ciertas cosas que me chirrían un poco. No sé interpretar si el autor está tan metido en el papel que dice y hace cosas que haría y diría un adolescente o son errores suyos que nos traslada en el texto. Por ejemplo, se emplea la palabra prototipo varias veces cuando, a todas luces, quiere decir estereotipo. En un adolescente lo entiendo, pero no en el narrador.
«Ella no reconocerá lo bien que le viene esa tradición. Que sean ellos los que se la jueguen es muy útil». Este pensamiento referido a quién tiene que dar el primer paso en una relación, que lo piense un adolescente me vale, pero que lo diga el narrador, lo veo un comentario machista y rancio que es innecesario.
Entiendo, pero no comparto, que se digan ciertas expresiones y a la otra le parezca que es el hombre de su vida: «A ti te elegí no solo por la foto, sino después de haber leído muchos de tus tuits, de hacerme una idea de tu forma de ser». ¡Mamma mía! Te elegí. Yo oigo esto, como hombre o como mujer, y salgo corriendo. Cómo si fuera la pescadería, miré el escaparate y elegí el pescado que me pareció más fresco.
La verdad es que el autor escribe muy bien. Va dejando las pistas necesarias en el momento justo, pero el tema, los personajes y los lugares me resultaron anodinos. Giro final algo previsible y clímax precipitado. Un epílogo que pretende moralizar y que no necesito.
⭐⭐⭐
Gracias. No lo leeré. No me llama la atención para nada y además ya leyéndome los de mis hijos adolescentes tengo suficiente. Por cierto, ¿en base a qué se elegirán las lecturas obligatorias?
ResponderEliminarEntiendo que este en concreto es interesante para iniciar un debate y tomar conciencia de los peligros de las redes sociales.
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