Oscuridad total (Mathieu Turi, 2023)

Oscuridad total (Geueles noires en el original) es una muy mala película basada en los Mitos de Cthulhu del año 2023.

Está dirigida muy torpemente por Mathieu Turi y protagonizada por un elenco de actores sin ninguna credibilidad.

¿De qué va este mediocre largometraje?

1956, norte de Francia. Un grupo de mineros se ve obligado a llevar a un científico bajo tierra con ellos, para tomar muestras para sus mediciones. Después de que un derrumbe les impida volver a subir, descubren una cripta de otro tiempo, despertando sin saberlo a una criatura sedienta de sangre.

Oscuridad total es la tercera película de Mathieu Turi, cuyos largometrajes anteriores también se centraban en el tema de la supervivencia.

Admirador de las obras del escritor estadounidense Howard Phillips Lovecraft y deseoso de trasladar esta atmósfera opresiva a una cuenca minera, el director se desplazó a la mina Arenberg Creative, antigua explotación minera con su pozo y sus edificios, donde se rodó en 1993 la película Germinal de Claude Berri.

A nivel internacional se optó por vender este largometraje cargándose el título original en francés que venía algo como "Caras o bocas negras". 

Hicieron bien en cambiarlo a un título con más punch aunque esto no salva a la película.

Dicen que la fotografía de Alain Duplantier es sublime. Pues no. Nada especial. No se ve un carajo más que las caras de actores interpretando a unos mineros aburridísimos. 

Mal, muy mal.

Me he quedado igual o peor que Don Huesitos al ver este película.

Curiosidades.

• El nombre de Abdul al-Hazred, famoso autor ficticio del Necronomicón y personaje del mito de Cthulhu es mencionado por su nombre por el profesor Berthier (que incluso explica que no estaba tan loco) en esta película.

• El escultor japonés Yoneyama Keisuke diseñó a la criatura Moknorot y el maquillador y especialista en efectos especiales Jean-Christophe Spadaccini se encargó de su animación.

Valoración final:

⭐ de 5.

La película es flojísima.

Mezclar clásicos como Alien, el octavo pasajero de Ridley Scott con The Descent de Neil Marshall y darle un toque Lovecraft parecía a priori un buena idea.

Pues no, es una desilusión abismal. 

Inundado de tópicos, de malas decisiones de todos los protagonistas, donde la claustrofobia brilla por su ausencia y una criatura más cercana al atrezo de una tienda de Halloween, sus algo más de 100 minutos se hacen eternos.

Nada tiene sentido. 

• ¿Cómo llegó a bajar el caballo a la mina?

• ¿En el exterior de la cuenca minera, nadie se ha percatado de que hay un pozo que te lleva al interior de la mina?

• ¿Tampoco viene nadie del exterior a socorrerles tras el derrumbe?

• ¿Qué capacidad tienen las linternas frontales de los mineros? ¿100 horas?

• ¿No hay más frases dentro del universo Lovecraft que la más que relamida: "No esta muerto lo que eternamente yace, y en los eones por venir la muerte aun puede morir"?

No la veáis. Es una pérdida de tiempo. Muy mala.

Solo me ha gustado el detalle de la historia de los mineros atrapados años atrás y que Moknorot se valga de la cabeza de un minero para comunicarse (aunque eso también lo habíamos visto ya en Independence Day de Roland Emmerich).

Os dejo el tráiler a continuación:

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