El árbol de las brujas - Ray Bradbury
Ray Bradbury era un apasionado de Disney y sus películas. Por fortuna para él consiguió conocer en persona a Walt, el auténtico señor Disney. Se cayeron tan bien que Ray comenzó a colaborar en distintos proyectos con Disney.
El autor celebró su amor por Halloween con su novela de 1972 The Halloween Tree (en español somos muy chulos y hemos decidido traducirlo por El árbol de las brujas, por si acaso alguien no lo entendía).
¿De qué va el libro?:
El libro narra las aventuras de un grupo de niños que terminan aprendiendo los verdaderos orígenes de la fiesta mientras buscan un amigo desaparecido: Pip. Yo tengo todo el tiempo la mosca detrás de la oreja de que a Pip no le va nada bien. Algo malo le pasa, pero no os quiero hacer spoiler de un libro de hace más de cincuenta años.
No vengáis a este libro con intención de leer alguna distopía de ciencia ficción similar a su famosa obra Fahrenheit 451. Nos enfrentamos a un libro infantil de aventuras que deambula por lo psicotrópico y las pinturas de Dalí.
Un grupo de niños llegan a la casa Mortajosario, un individuo tétrico como el solo. Cada uno va disfrazado de los prototipos del terror (me falta el vampiro): momia, fantasma, esqueleto, bruja... A través de la casa de Mortajasario (para mí que es una mezcla de Mortaja y Sudario) llegan al patio donde se encuentra el árbol. Adornado con linternas/calabaza. Desde él viajan a través del mundo y las épocas por los lugares que ellos mismos representan.
Van a Egipto con sus momias y pirámides. Le dan una pincelada a lo que supone el Día de Difuntos en actuales Italia y Grecia. Aterrizan en la pérfida Albión para conocer al Samhain. Las Brujas de Europa. Las gárgolas de la catedral Notre Dame de París. Las festividades del Día de los muertos en México.
Todo se reduce a lo más prototípico y local de cada lugar. Como una camiseta mala dedicada a turistas. El tono de lo que estás leyendo sigue a James y el melocotón gigante de Roald Dahl, a Pesadilla antes de Navidad de Tim Burton, a una Coraline de Neil Gaiman. Lo que sucede parece desarrollarse en una fiebre onírica tras el consumo de peyote, donde a los romanos se les funden las armaduras, hay ballenas, flores o "bailaba la máscara de un bufón que una araña experta en ballet llevaba en lo alto". En fin, creo que yo no he soñado cosas tan bizarras.
El viaje les sirve para que estos muchachos de Illinois piensen en lo que han olvidado de la fiesta, que no es solo diversión y disfrazarse, también acordarse de los fallecidos y la muerte.
Durante años, Bradbury soñó con tener un árbol de Halloween en Disneyland, y en All Hallows Eve 2007, el 35 aniversario de la novela, ¡ese deseo se hizo realidad! El roble Frontierland recibió un cambio de imagen brillante, con luces naranjas centelleantes y linternas pintadas a mano que cuelgan de sus ramas. “Pertenezco aquí, a Disneyland”, dijo Bradbury en la ceremonia en la que le dedicaron el árbol, “desde que llegué aquí hace 50 años. Me alegro de ser una parte permanente del espíritu de Halloween en Disneyland”. Una placa en la base del árbol conmemora la celebración de aquella noche.
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| Árbol de Halloween en Disneyland Park |
Si habéis visto la película Fantasía de Walt Disney, lo traduces a la festividad de Halloween y lo pones en formato libro, obtienes el resultado de este título. Un montaje surrealista que no es para todos los públicos.
⭐⭐⭐


Gracias por la reseña pero no me llama nada la atención leer esta novela. Lo siento.
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