Ensayo sobre la ceguera - José Saramago

Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, Ciegos que ven, Ciegos que, viendo, no ven. ¿Notas algún problema con los signos de puntuación? Saramago se pasa por el arco del triunfo las reglas ortográficas convencionales. «Este es mi libro y lo escribo como me da la gana, para escribir como los demás ya está ChatGPT». En cualquier caso, después de ir introduciéndonos mediante la lectura en su particular forma de puntuar diálogos, puntos y comas que no aparecen y aparecen en sitios insospechados, la narración se torna fluida y hasta casi nos convence que quizá sea mejor hacerlo así. Como una forma más natural de narrar, casi como si hablaras con un interlocutor. Yo no podría, él es un maestro. Lo que en otro sería una desorganización caótica, en él, su invento estilístico es coherente y funciona. El principal escollo con el que nos encontramos es la presentación de los diálogos insertados en la masa textual de la narración, separados por comas seguidas por mayúsculas...