Translate

Por un montón de Likes - Luis Fernández (2a parte de 3)


Por un montón de Likes - Parte 1


Coordenadas 40°25′28″N 3°40′32″O (Subsuelo de Madrid)

    —Intenta resumir la historia para que nos enteremos todos —demanda Happy, sabiendo que ella nunca ha sido de mucha retentiva y que el "nosotros es, en realidad, sólo ella—. Vosotros, los llamados "urbexers"—, Happy entrecomilla la palabra cerrando y abriendo sus dedos de largas uñas—, sois unos pesados de cojones. Que si las cinco reglas, que si...

    —En realidad hay más de cinco —la interrumpe Santiago, alias el renombrado urbexer Urbex_DemiGod —pero sí, esas son las más conocidas; No ir nunca solo, No llevarte nada excepto tus fotos, No dejar nada a excepción de tus pisadas, No romper nada para entrar y No correr. Pero hay otras más como, por ejemplo; No fumar, No hacer grafiti, Llevar siempre contigo…

    —¡Me aburroooooooo! Todo esto me parece súper interesante y todas esas cosas, pero esta estación de metro abandonada en mitad de Madrid es súper depre, túnel oscuro tras otro, humedades que le vienen fatal a mi tersa piel, andenes medio inundados, apenas dos barras de señal de internet y eso que paga un huevo mi hermano por el 5G… ¡Qué rollo macabeo! —resopla hastiada la intrépida influencer—. Esto es mortalmente soso, al grano amigo —exige Happy, cuando es ella misma la que no le deja terminar ninguna frase a Urbex_DemiGod—. No estarás pensando en violarme y matarme aquí, o al revés ¿no? Te confirmo que mis Happylovers saben e-xac-ta-mente dónde estoy. ¡Incluso mejor que yo!

    —¡Que no joder, no todos los hombres somos violadores potenciales! ¡Si has sido tú la que me ha buscado! Madre mía que tía... 

    —¡Después de que reaccionaras en mis RRSS, diciéndome que sabías, textualmente, cómo ayudarme en mi horroroso penar por haber perdido a mi hermano en Belchite! ¡Y prometiendo..! Repito: pro-me-tien-do. ¡...que no me ibas a cobrar! Además, no eres mi tipo, te sobran kilos y te falta autoestima. Tienes un problema con la comida, es hora de que te enfrentes a tus problemas ¿Llevas en esa mochila algo de picar? ¿Algo aparte de una vida miserable sin followers? No sé... ¿Unos Phoskitos?

    Santiago hace caso omiso del último comentario y continúa:

    Los lugares abandonados son un imán para nuestra tribu Urbex. Por supuesto no todos ellos lo son por defecto. La presencia humana deja rastros energéticos en el planeta. Dejamos huellas. Cicatrices en la "piel" del planeta. Cuando una ubicación se abandona, se olvida, toda esa energía va desapareciendo poco a poco. La primera que lo hace es la positiva, la "buena" para entendernos. La negativa perdura mucho. Es capaz de aguantar siglos. Por eso, cuando penetras en un sitio olvidado desde hace mucho tiempo, te repente te sientes acompañado por una extraña sensación. Es el desajuste. Sólo estás recibiendo energía negativa. Y atrae poderosamente tu parte positiva para equilibrarse.

    Esto se hace más notorio cuando entras en una ubicación en la que ha habido un gran dolor, un lugar que ha albergado grandes sufrimientos. Su carga negativa, su tracción magnética, es mayor, demanda más compensación de la positiva. La comunidad Urbex es muy cerrada y recelosa. Muy pocos comparten los sitios que visitan. Algunos por miedo a que sean objeto de actos vandálicos por parte de los demás visitantes, otros por el miedo de que estos sitios sean descubiertos y la policía o los dueños los precinten e impidan el acceso. Lugares abandonados bien conocidos apenas despiertan interés. Los mejores y más aterradores son los desconocidos; esos son los más golosos. El santo grial de los urbexers. Un sitio solo para ellos, no solo abandonado sino además olvidado, borrado para los mortales. Un chute de adrenalina de la hostia. 

    »Una vez que has entrado en uno de estos lugares, lo has visitado, al salir estás cargado de una energía capaz de mover montañas pero, al mismo tiempo, sientes en tus mismas entrañas que algo raro, extraordinario y ciertamente obsceno, ha pasado. Amiga, no es excitación, es mucho más. Es el deseo irrenunciable de querer más, de desentrañar los secretos de más sitios y a cualquier precio. Sabes que algo no cuadra, que algo ha cambiado dentro de ti y que necesitas volver a sentir la sensación de felicidad, esa que solo te puede dar estar dentro de una localización perdida. ¿A cualquier precio? No. ¿Las reglas? Si hay que saltárselas para visitar el sitio, pues uno se las salta. El lugar abandonado te está robando la energía positiva y tu cuerpo se revuelve dándote un chute para equilibrarse. Es como una adicción. El chute es extraordinario, pero te has enganchado. Sabes que te has convertido en un adicto. Es el desajuste.

    Teresa Alcantarilla, o Happy Panda en las redes sociales, y Urbex_DemiGod, alter ego de Santiago Martínez; han accedido a la abandonada estación de Goya Bis a través de una escondida y anodina portezuela en el andén de la línea 2 de la estación de Goya.
Desde hace más de 60 años, nadie entra aquí e incluso los madrileños apenas recuerdan que hasta finales de los años noventa, el andén aún funcionaba, y albergaba una especie de cuartel general donde se guardaba el material de escritorio para toda la red. Ya nada queda a excepción dos inmensas cajas fuertes cuya combinación de apertura, tras las últimas jubilaciones de los trabajadores, ya nadie recuerda. Se cree que nada valioso quedó abandonado en su interior. Pero ese detalle, nadie lo ha podido comprobar.

    —Sólo hay dos formas de evitar la adicción —sigue Santiago tras visitar un sitio abandonado y evitar el bajón. La primera, respetar todas y cada una de las reglas del juego, las reglas del urbexing. No sé por qué, pero si eres respetuoso, el malestar en tus tripas no aparece. Hay una segunda opción, aun violando una regla, y es hacer trampa. Hacerte, como dirían los gamers, con un cheat code; un código para hacer trampas en los videojuegos. En este caso es disponer de un objeto emocional capaz de contrarrestar el poder de la casa. Un amuleto. Lo tendrás que llevar contigo y deberá tener una alta carga emocional para el urbexer. No sirven unas bragas que hayas cogido del cajón, un bolígrafo de publicidad o algo que hayas comprado para la ocasión. ¿No te has preguntado nunca por qué en la mayoría de la instantáneas de exploradores urbanos aparece un osito de peluche, una máscara o una muñeca? No son sólo una firma reconocible del Urbexer. Son amuletos y deben estar cargados con emociones, haber sido parte de un acontecimiento vital en tu vida. Un punto de no retorno, un punto de ruptura, algo que signifique un antes y un después. Para que nos entendamos, como un punto de grabación en un juego. Vamos, el famoso cheat code mencionado antes. Para Cool_Frog46 era la muñeca de la cara quemada, aunque él la llevase más para figurar que otra cosa. Sin saberlo cumplía las funciones exigidas, aunque Pablito no lo supiese—continúa un sudoroso Santiago. Creemos que dichos objetos son capaces de contrarrestar los efectos negativos.

    Las porras y el café que se ha apretado esta mañana Santiago le están exigiendo una factura de difícil pago. Sus 120 kilos tampoco le ayudan a moverse con extrema agilidad, pero al menos, su vestimenta talla XXL es funcional, incluida su estupenda camiseta de "Los Zarandeños", y está bien equipado con unas linternas de alta potencia. Todo lo contrario que Happy, totalmente fuera de lugar con su chándal rosa y con tacones, maquillada como si fuera a una fiesta de alta costura o a un polígono a mover el cucu.

    —¿Desde cuándo sabes tú tanto de esto? —pregunta intrigada Happy analizando, con extrema dificultad en la reinante oscuridad, sus uñas multicolores.

    —Tengo una una Big Data imponente de Lost Places que aún no han sido pisados por nadie de la comunidad. ¿Te suena la darknet? ¿La red oscura? ¿Tor? 

    —Me gusta más Loki —responde una sonriente Happy, toda dientes. Ahí le ha dado, seguro que no se esperaba que fuera tan lista. — Además la segunda parte de peli se llama Thor: El mundo oscuro, tío inculto, y no Tor: La red oscura como dices tú tan bravo.

    Santiago coge aire, suspira profundamente y continúa sin prestar atención al alarde de sabiduría de Teresa.

    —A tu pregunta de por qué sé tantas cosas, es porque he visto muchas cosas difíciles de explicar. Sé exactamente dónde están tus amigos. Aún me falta por entender muchas cosas, pero voy aprendiendo. No me he tocado las bolas en casa cuando me pediste ayuda, ¿sabes? Pero el tiempo se nos acaba —concluye Santi acelerando el paso.

    Santiago hace tiempo que siente que alguien los está siguiendo. Carraspea exageradamente para intentar ocultar su nerviosismo. ¿Acaba de oír la risa lejana de un puto niño? ¿O es un llanto?

    —¿A dónde vamos con tanta prisa? ¡Estoy "matá" de los pies! —bufa la influencer.

    —A la iglesia perdida ocultista de Deolinda Correa o la Difunta Correa. Lleva más de medio siglo desaparecida y sepultada bajo las entrañas de la capital. Sólo podremos acceder a ella si continuamos por este ramal… 

    
    Cada metro recorrido en la oscuridad parecen cien, pero el paso decidido de Santiago convence a Teresa de que es mejor apretar los dientes que quejarse y lamentarse en una esquina. Intrigada por la santa Deolinda interroga a Urbex_DemiGod sobre ella.

    —Cuenta la leyenda —le instruye Santiago— que esta santa salió en busca de su marido con su bebé en brazos y, tras caminar kilómetros y kilómetros, llegó al límite de sus fuerzas e hizo una pausa. La encontraron muerta, pero el niño había continuado amamantándose de sus pechos. Es venerada por los viajeros y las madres. Algunos de nosotros, los urbexers de verdad, la veneramos con auténtica pasión. No es muy conocida fuera de Argentina, lo que hace que su culto sea muy limitado. Mi madre era muy devota de ella... era monja para más inriElla había sentido tardíamente la llamada de Dios y buscaba respuestas divinas en el más allá y terminé en una familia de adopción en el menos acá. Todo muy bonito. Después cerraron la residencia de menores donde trabajaba por un "presunto" caso de abuso de menores. No sé si mi madre se arrepintió alguna vez por haberme dado en adopción, y tampoco tengo muy claro si murió antes de darme en adopción o después. Me da igual. Ya ves, es todo una puta mierda.

    Repentinamente para reforzar el relato, los haces de las linternas empiezan a languidecer. A pesar de los repetidos esfuerzos de Santiago, con el contrastado sistema de golpear la linterna repetidas veces contra la palma de la mano, ésta, impertérrita, continúa negando una y otra vez sus servicios y se apaga del todo. Oscuridad absoluta. Urbex_DemiGod empieza a respirar con dificultad. Muchos años de excesos y poco deporte.

    —Joder, Happy agárrate a mi cintura. Queda poco ya, pero no vayamos a liarla ahora perdiéndonos como dos gilipollas.

    Una muy asustada Teresa rodea la firme cintura del muchacho y se pega a su espalda. Parece que al final no estaba tan gordo como parecía. La mochila ha desaparecido. Da igual. Ella no se va a separar de él en diez años. Huele mucho mejor de lo que recordaba. Posee un olor... familiar.

    Continúan avanzando lo que a Happy le parece una eternidad. El corretear de pequeños pasos llega desde el fondo de uno de los pasillos. Ratas, seguro que son ratas. Happy había leído que un sitio donde viven ratas es mucho mejor que un sitio donde no viva nada. ¿En la revista SuperPop? ¿En el Jueves? Pues seguro. No será el puto zorro medio deshecho ése de la India ¿no? Ya sólo le faltaba eso.

    Al fondo del pasillo parecen divisarse unas débiles luces de emergencia. Santi también parece aliviado y su respiración es tranquilizadora, pausada. Gracias a Dios. El mundo no está preparado para perder a su influencer más notoria. El mundo no podría soportarlo. Un pérdida brutal. Agradecida, sigue abrazando a la esbelta cintura del muchacho frente suya... pero no es a Santiago a quién abraza. Dejó de rodear su cintura hace ya varios minutos... Sus brazos rodean a Rodri.  Asustada Happy pega un brinco y se aparta de él. 

    —¿Cómo es posible Rodri? Desapareciste en Belchite y ahora apareces, meses después, en un túnel a oscuras en Madrid… Así por las buenas, y yo con estos pelos… ¡Me has dado un susto de muerte! Mamá estaba preocupadísima… Llámala. ¡No la llamas nunca, vas a tu puto rollo, y de paso dale recuerdos, hace tiempo que no llamo, estoy siempre tan liada! ¡Di que es culpa tuya que no vayamos a verla! —demanda Happy, brazos en jarras mascando chicle. ¿Dónde has estado Perico?

    Rodri sonríe y la abraza amorosamente. Le dice que las respuestas llegarán a su debido tiempo y que debería bajar peso, que a este paso, necesita un metro más de brazo para abrazarla del todo.

    —Para gastar bromitas, te podías haber quedado donde estuvieras haciendo el tonto. ¡Yo no estoy gorda! ¡Estoy hermosa, prieta! Importan los valores internos. Una belleza no sujeta a los estándares vulgares del mundo consumista. Maldito patriarcado— responde, entre sofocos, Happy Panda.

    —Debemos apresurarnos, no nos queda apenas tiempo. Chickaboom nos espera dentro de la iglesia… sabemos cómo traer de vuelta a Pablo… —refunfuña Rodri mientras golpea con la palma de la mano el móvil de Happy ya dispuesto a inmortalizar toda la escena en sus redes sociales. ¡Y déjate de gilipolleces con el móvil ahora! Entremos ya.

    La entrada a la iglesia de la Santa Correa es apenas un agujero tapado con cuatro tablones en un lateral del pasillo del metro. Fatigosamente, un sorprendido Santiago por la inesperada presencia del hermano perdido, las despeja a duras penas. Ya se lo explicarán después, pero «ahora que echen una mano, pardiez». Deciden entrar uno tras otro. Happy decide ir en medio de ambos. En caso de encontrarse con el tío asesino ése de la motosierra es mejor no ser la primera ni la última de la fila... ¿Cómo se llamaba otra vez? Ah, sí. Jason Krueger. Para que luego digan que no tiene retentiva mental ¡já!


Safe Creative 2208241849855

¡No te pierdas la tercera y última parte el 16 de septiembre 2022!
Sigue a Luis Fernández en Instagram



Comentarios

  1. Muy interesante. Me gusta mucho el personaje de Happy Panda. Deseando leer la tercera parte

    ResponderEliminar
  2. La cosa se pone interesante. Y Happy con esos pelos!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Entrevista al autor Santiago Pedraza

Cuentos para monstruos: Witra - Santiago Pedraza