Translate

El pijama es la muerte - Klaus Fernández


Que no os engañe esa prenda ligera para dormir.

El pijama espera agazapado para engañarte, llevarte a la ruina y quitártelo todo.

El pijama es la muerte.

Bajo su inofensiva apariencia se halla un enemigo despiadado que utilizara sus cómodos encantos para atraparte en su mundo. Un mundo en el que, sin darte cuenta, te has abandonado.

Te levantas con el enemigo puesto y te preparas un café.

¡Error! 

¡Quítatelo inmediatamente!

El pijama te susurra que no te lo quites, que estás muy calentita y cómoda, y que, como mucho, te pongas encima de él su perversa aliada: una batita.

Es cubrir al lobo con una piel de cordero.

Sin percatarte de nada, como Ulises atraído por el canto de las Sirenas, decides que hoy te lo dejaras puesto toda la mañana.

El pijama sonríe satisfecho.

Con esa sensación tan agradable, determinas que para qué te vas a peinar, lavar la cara o limpiarte los dientes.

Crees que es tu día de no hacer nada y de no sentirte culpable.

Te tumbas en el sofá y coges el móvil. Vas a mirar nada, cuatro cosillas, y te irás a comprar el pan.
El pijama sabe que no lo harás.

Él te envuelve en su calidez, en su extremo confort y te empieza a hipnotizar con falsas promesas de futuras acciones cada vez más lejanas.

El pijama te empieza a amodorrar.

Suspiras diciendo cosas como: Qué a gusto estoy, Qué sueño, ¿no? o Un ratito más y hago cositas.

El pijama se retuerce las manos de puro placer. Ya es tarde para ti.

Fue creado para esto, para quitarte las ganas de socializar.

Te lo ha quitado todo.

Hasta el morbo. Nadie da morbo con un pijama puesto. Para eso se inventaron los picardías.

Las horas pasan y el pijama sigue puesto.

Malcomes, el pijama es amigo de los carbohidratos, haces unas llamadas a unas amigas,  pero la mitad de tu conversación son bostezos.

Tu amiga te dice de quedar por la tarde, pero te da mucha pereza ya que estás muy vaga.

Llega la noche y el pijama sigue puesto.

Te pones una peli, te echas una mantita (otra de sus secuaces) por encima para tapar al vil enemigo de hacer cualquier cosa útil que es el pijama.

Medio amodorrada te vas a la cama.

Llega la noche, no te has quitado a la traicionera prenda en todo el día.

El pijama te abraza, te mima y te susurra melifluo que mañana será otro día.

Otro día para no desprenderte de él toda la jornada.

Sólo así él estará satisfecho.

¡Hacedme caso! 

¡Quitaros el pijama nada más levantaros!

¡De lo contrario no haréis nada útil en todo el día!

El enemigo está en casa, doblado bajo la almohada, esperando un resquicio, un momento de debilidad, para atraparte y llevarte a la procrastinación.

¡El pijama es la muerte!

Safe Creative 2501130628617
Todos los derechos reservados

Sigue a Klaus @ en Instagram


Comentarios

  1. Divertidísimo como siempre. Exijo segunda parte con la ropa de chándal para estar por casa o ir a comprar el pan.

    ResponderEliminar
  2. Me parto enteramente, el pijama se ha apoderado de mi, peor, yo ya formó parte del pijama, controla mi mente, la invasión de los ladrones de cuerpos, el regreso. 😂😂😂

    ResponderEliminar
  3. Como se acerca el día de San Valentín os hago una recomendación: para un hombre un pijama es un compromiso. Creo que pertenezco a la mayoría de hombres que utilizan una camiseta vieja y calzoncillos para dormir (incluso en invierno). Un pijama es la muerte en vida.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La mejor Nochebuena de mi vida - Eva Bosch (Relato especial Navidad 2024)

Mis mejores escenas de Televisión y Cine (I)