Translate

Una decepción conocida - El mesías de Dune - Frank Herbert


El Mesías de Dune es un libro que se me ha hecho cuesta arriba desde el principio. Ya sabía donde me metía.

Tiene que mantener el nivel del primero y eso no es difícil: es imposible. Dune, el primer libro, crea una mitología, unos mundos, filosofías, religiones, criaturas que nos resultan muy novedosos. Te vuela la cabeza. Tienes un libro de casi 900 páginas y te lo devoras porque estás viendo acción, personajes nuevos y fascinantes a cada página. Sin embargo, en este que nos ocupa, El Mesías de Dune te lleva a una decepción conocida porque resulta pesado y anodino en las 304 páginas de la edición que manejo. Además he leído tanto sobre la Saga que no me pilla de sorpresa.

A grandes rasgos, el libro comienza la historia 12 años después del final del primero. Brian Herbert, el hijo de Frank Herbert dijo que se suponía que este libro nos iba a mostrar como el poder absoluto puede corromper a cualquier líder, incluido Paul Atreides. Bien, pues Paul Atreides ya ha comenzado a hacer que llueva en Arrakis, sus habitantes ya despilfarran agua. Se siente que ha pervertido la forma de vida de los fremen. También se ve a sí mismo como un dios que no da la talla. Tiene un constante pensamiento de inutilidad de todo: si sé lo que va a pasar ¿para qué intervengo? Si, total, va a ocurrir de todas formas.

Su presciencia le hace conocedor del futuro, del pasado, de lo que piensan unos y otros... En fin, un poder que va más allá del que debería tener cualquiera. El tono es el de un tipo que se siente abrumado por quien es.

1. Un cambio de tono respecto a "Dune"

Mientras que la primera novela se centra en el ascenso heroico de Paul Atreides, El Mesías de Dune muestra las consecuencias de ese ascenso al poder. Herbert deliberadamente rompe con las expectativas de los lectores al presentarnos a un protagonista que lucha con los dilemas morales de liderar un imperio galáctico basado en su propio mito religioso.

Herbert quería criticar el concepto de héroes mesiánicos y los peligros de la adoración ciega de un pueblo hacia su líder. Así que esta secuela nos relata las cargas y tragedias personales de Paul, quien se convierte en un líder fustigado por las profecías.

2. Inspiración religiosa y filosófica

Como toda la saga de Dune, esta novela es una infusión de sus ideas religiosas y filosóficas. Herbert estudió las religiones del mundo, especialmente el islam, el judaísmo y el cristianismo, para crear el trasfondo espiritual de los Fremen y su sistema de creencias. En El Mesías de Dune, el tema del "jihad" (guerra santa) es central, ya que Paul debe lidiar con las devastadoras guerras realizadas en su nombre.

Herbert dijo en entrevistas que la figura mesiánica de Paul se basaba parcialmente en figuras históricas como Mahoma y Jesucristo, pero también en líderes modernos como Napoleón y Hitler, para subrayar que los héroes pueden ser armas de doble filo.

3. Críticas a la tecnología y la manipulación genética

En esta novela se introduce el concepto de los ghola, cuerpos clonados que son reanimados con recuerdos de sus vidas pasadas. El ghola de Duncan Idaho, un personaje también clave en la primera novela, soporta un gran peso en esta del Mesías. Este avance tecnológico da pie a los planteamientos éticos y filosóficos sobre la identidad, el alma y el libre albedrío.

4. El eclipse de Paul Atreides

En un movimiento audaz, Herbert no convierte a Paul en el salvador perfecto. En lugar de eso, lo presenta como un líder cansado, cegado (real y simbólico) por las consecuencias de sus propias decisiones. La ceguera física que Paul sufre al final del libro simboliza su incapacidad para escapar de su destino.

Curiosidad: Este final fue criticado por algunos lectores de la época, quienes esperaban una continuación más heroica y triunfante. Sin embargo, para Herbert, era importante mostrar que incluso los héroes tienen límites y enfrentan las consecuencias de sus actos.

5. El peso de la profecía y el libre albedrío

Uno de los temas principales de la novela es el conflicto entre destino y elección. Paul puede prever el futuro gracias a sus habilidades prescientes, pero esta capacidad lo encierra en un ciclo donde cada acción parece inevitable. La tensión entre querer escapar del destino y no poder hacerlo es central en la trama.

Curiosidad: Herbert se inspiró en conceptos de la física cuántica y la teoría del caos para desarrollar la habilidad de Paul de "ver" múltiples futuros posibles, lo que representa una versión compleja del libre albedrío.

6. El papel de los conspiradores y la Bene Gesserit

En esta segunda entrega, se revela la conspiración de la Bene Gesserit, la Bene Tleilax (los que hacen los gholas), la Cofradía Espacial y junto a todos estos grupos de poder, su propia consorte, la princesa Irulan Corrino. Estos se ponen de acuerdo para derrocarle, mostrando que de omnisciente y todopoderoso no tiene nada el triste de Paul Atreides.

Herbert usó la aparición en escena de estas facciones como una forma de explorar cómo las organizaciones e instituciones buscan siempre su propio interés, incluso cuando afirman actuar por el bien común.

7. Una novela mal entendida al principio

Cuando se publicó (1969), El Mesías de Dune recibió críticas mixtas, ya que muchos lectores esperaban una continuación épica y llena de acción como Dune. Lo mismo que yo buscaba en la actualidad. Sin embargo, me encuentro con una pretensión de profundidad filosófica y un intento de darle un quiebro de cintura a las convenciones de la narrativa de ciencia ficción. Vamos, que fiel a su idea, se dedicó a explorar las complejidades del poder y fanatismo.

8. El detonante para "Hijos de Dune"

El final de El Mesías de Dune deja abiertas muchas preguntas, especialmente con la partida de Paul al desierto y el destino de sus hijos, Leto II y Ghanima. Este cliffhanger establece el escenario para Hijos de Dune (1976), donde quedará por descubrir el impacto de su legado. Creo que Herbert planeó toda la saga como un viaje intergeneracional del poder y la religión y, El Mesías de Dune era la pieza para conectar las siguientes etapas de su historia.

En resumen, El Mesías de Dune es una obra más introspectiva y filosófica que su predecesora, diseñada para cuestionar nuestras ideas sobre el poder, los héroes y las consecuencias de las decisiones humanas. Un rollo, vaya.

⭐⭐⭐

Comentarios

  1. Me leí los primeros cuatro libros de Dune muy joven (demasiado joven quizás) y me parecieron pesadísimos. Tampoco soy muy fan de las películas que también me parecen larguísimas. De la serie televisiva Dune: Profecía ya ni hablo (es espantosamente lenta). Gracias por la estupenda reseña.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La mejor Nochebuena de mi vida - Eva Bosch (Relato especial Navidad 2024)

Mis mejores escenas de Televisión y Cine (I)