El parque infantil abandonado - Una aventura de Happy Panda
—¿Por qué todos los casos de mi blog están taaaaaan lejos de una tienda Zara? No sé, ¿por qué no están en medio de Madrid? ¿O en París? Nooooo, tienen que estar en medio de un tétrico bosque donde Cristo dio las tres voces —se queja amargada Happy mientras su hermano Rodri carga con las dos pesadas mochilas por medio de un abandonado sendero.
—Nos sale un lobo y te come vivo, Rodri. Menos mal que estoy yo aquí para socorrerte. ¿Sabes que he estado practicando ese arte marcial que se llama muñeira para defenderte?
—Capoeira, Tere, es capoeira. Y no has hecho nada más que ponerte dos vídeos en YouTube —replica Rodri—. Pero no temas, si viene ese lobo, Rufino, yo salgo corriendo y tú en tu estado físico y con tu grasa corporal le alimentas durante dos buenos inviernos. ¿No lo ves así?
—¡Serás Judas! ¡Sedición es lo que yo veo aquí! ¡Un alzamiento contra la autoridad, contra el orden establecido! —contesta Happy muy ofendida sentándose derrengada en una piedra.
"No debería haberse zampado las siete porras con chocolate en el pueblo", piensa sin resuello. "La culpa la tiene Rodri, ¿para qué me lleva a ese bar con todas esas porras en el mostrador?"
Por otro lado, la caminata los ha llevado más tiempo del esperado y está empezando a oscurecer, poblando el bosque de extrañas sombras y ascendentes sonidos de depredadores que se desperezan en busca de sabrosa sangre como la suya.
Rodri saca su dron "Miguelito II" con cámara incorporada de la mochila y lo eleva en el aire. Quizás pueda vislumbrar su destino. Con un leve zumbido, el dron coge altura y desaparece tras las copas de un robledal.
Las imágenes que le devuelve el vehículo aéreo le indican que están más lejos de lo deseable. El abandonado parque infantil, junto a una gran estructura negruzca, bien puede estar aún a una hora caminando. El dron regresa sin más información.
Rodri, consultando su reloj, decide que es hora de acampar.
Dicho y hecho. Mientras se pelea con la tienda de campaña, Happy ha tenido la maravillosa idea de hacer un streaming.
—Hazme caso, Rodri —afirma Happy— esto vende un montón. Hacemos como en esa peli de la Bruja de Blair. Me refiero a la primera parte.
—Happy, ya est...
—Todo así como muy improvisado, pero me preparas unas frases, en plan chulo, para que las vaya leyendo. Yo diré alguna chorrada de lo frío que está el bosque, que no se oye ningún pájaro, que tengo un mal rollo de escándalo y que no quiero estar aquí.
—Happy, esto...
—Nuestros happylovers son tontos del capirote y se tragan cualquier cosa— finaliza Happy como si sentara cátedra—. Oye, ¿estás retransmitiendo ya?
—Happy, llevo ya diez minutos.
—¡Corta, coño! —chilla haciendo un movimiento horizontal con la mano de lado a lado de su cuello—. ¡No te puedo confiar nada! ¡A veces me asustas, de verdad! ¿Por cierto, cómo has hecho el sonido de los niños riéndose detrás de los árboles? ¡Me he acojonado!
—Tere, no he hecho nada.
De repente, el bosque parece haberse tornado más oscuro y amenazante que hace un minuto. Tampoco ayuda que el ruido de unos columpios oxidados balanceándose se perciba muy cerca.
Los dos hermanos se meten corriendo en la tienda a trompicones. El frío es atroz.
No están solos.
Pequeñas sombras de niños pululan alrededor del exterior de la tienda profiriendo risas. Parecen contentos de recibir visita.
—¿Por qué me traes a sitios tan chungos, Rodri? ¿Por qué no hay misterios en una pastelería de manolitos o en un asador de Ávila? —solloza Happy creando pequeñas columnas de vaho al respirar.
Tras unos angustiosos minutos, la calma vuelve al bosque y sube la temperatura. Pero Rodri y Happy no consiguen dormir.
Si hay algo que dé más miedo en este mundo es la risa de un niño. Y más si está muerto.
***
—Tere, he estado mirando mis notas sobre el parque. ¿Sabías que era un anexo de un sanatorio infantil para niños asmáticos huérfanos y sin recursos?
»Los niños pocas distracciones a su mal tenían, aparte de un parque infantil cercano donde disfrutaban de un pequeño atisbo de felicidad.
»A falta de pocas semanas para terminar la guerra, un obús del bando republicano destrozó la edificación sospechosa de albergar a su enemigo. Murieron todos los niños y posteriormente el sanatorio se abandonó.
»Desde entonces, la edificación se encuentra en estado ruinoso, a excepción del parque infantil que tiene un pequeño mantenimiento por parte de una asociación local del pueblo.
—¿Qué sentido tiene mantener y gastar dinero en un parque infantil sin niños y tan alejado del pueblo? —pregunta Happy.
—No lo sé —responde Rodri encogiendo los hombros.
Al día siguiente, al salir de la tienda, los dos hermanos no dan crédito a lo que ven sus ojos.
Están acampados en el centro del parque infantil. Ayer por la noche no lo estaban.
Una anciana pareja les observa desde un columpio. Portan una caja de herramientas y un bote de pintura. Sin duda, estaban realizando las labores de mantenimiento.
—¿Qué hacéis aquí? —pregunta la mujer—. ¡Respetad este sitio, no es lugar para acampar!
Rodri y Happy se disculpan y le explican brevemente su situación.
Los ancianos, conocedores de las particularidades del bosque, parecen aceptar sus disculpas y continúan con sus tareas.
—¿Por qué vuestra asociación mantiene este lugar? —pregunta Happy.
El anciano deja momentáneamente sus herramientas en el suelo y mira con tristeza a los hermanos.
—Este era el único sitio donde los niños fallecidos fueron felices y lo mantenemos desde el pueblo. Si este lugar se degrada, los niños no juegan en él y buscan otra diversión.
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Un placer haber podido colaborar en un nuevo relato de Happy Panda. Me cae bien esta mujer. Hahahaha
ResponderEliminarEncantado de haber escrito otra historia de Happy, y ya van dos. Al final, le cojo gustillo a Happy y a Rodri. ¡Tiembla Luis!
ResponderEliminarQué idea tan chula y qué divertida la historia. A Happy se le coge mucho cariño.
ResponderEliminarMe ha encantado. Como siempre, sabes encajar tus notas de humor a la perfección sin que afecte a la historia principal que en este caso en el fondo es la triste historia de unos niños. Pero has sabido tratarlo con respeto y para Happy Panda un 10 por su decisión final 👏👏👏👏👏
ResponderEliminarVaya! Ha asomado la cara más humana de Happy. Me ha gustado mucho. Menuda ubicación para un parque infantil. Aunque el misterio en una tienda de manolitos, tampoco estaría mal 😝
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