El chico vacío - Jonathan Stroud (Agencia Lockwood #3)

Cuantos más libros de Agencia Lockwood voy leyendo más ganas tengo de seguir sumergiéndome en este mundo. Es increíble y algo completamente diferente a los otros libros de fantasía que suelo leer. Stroud ha desarrollado un mundo intrigante que nos tragamos con facilidad y ya, a estas alturas, no me parece extraño que no las calles sean tomadas por fantasmas a la puesta del sol. Stroud tiene una gran habilidad para dejarnos con un cliffhanger que nos impulsa a seguir en la lectura, con el que además nos hace saltar también al siguiente libro. La tónica de una protagonista femenina hablando en primera persona sobre la acción me parece una acierto.

 

Por fin obtenemos algo de información sobre la familia de Lockwood, y cuanto más nos descubre más aumenta nuestra curiosidad al respecto. Pero Stroud no nos va a dar toda la información necesaria en este volumen, solo nos ofrece un aperitivo, un abrestómagos para que pidas más mandanga de la buena.

Sin embargo, los nuevos detalles sobre la familia de Lockwood no son el único cambio en este libro. ¡No! Nuestra querida agencia independiente recibe refuerzos en forma de una nueva secretaria llamada Holly Munro.

La tensión romántica entre Lucy y Lockwood que sigue sin resolverse —Seguro que seguirá así hasta el final de la saga—, tiene ahora un nuevo complemento: la aparición en escena de la señorita Munro. Parece haber sido puesta ahí para ser todo lo contrario a Lucy. Es imposible no sentir cierta antipatía o, al menos, reticencia hacia ella. Yo estoy todo el rato sospechando de sus intenciones. ¡No se puede ser tan doña perfecta! Así es como nos la describe Stroud.

 

Se confirma el peso de la calavera. Es el malvado que al final nos termina cayendo simpático. Además, está encerrado en la urna de cristal, con lo cual es inofensivo, ¿o no?

Y por último, pero no menos importante, los casos en El chico vacío han resultado llenos de acción y muy reveladores en cuanto a la trama principal de la saga —que ya se está desvelando—. Huellas ensangrentadas, el brote de Chelsea y un viaje a los grandes almacenes de los Hermanos Aickmere. Me encantó la idea del cúmulo de fantasmas y no pude evitar hacer el símil en mi mente con las hordas de zombies en series como The walking dead.

Seguimos con la insufrible traducción de antorcha por linterna, pero una caca de traducción no me va a amargar el dulce de la historia que sigue siendo buena.

"Todas las sensaciones habituales que buscamos están ahí, flotando como nubes invisibles por las calles. Frío, miasma, malestar y un miedo insidioso: puedes sentirlos deslizándose hacia ti por los callejones o escapando de las casas mientras pasas. Te envuelven, y lo único que puedes hacer es desenfundar tu estoque. Te detienes en la calle, con el corazón latiendo con fuerza, girando sobre ti mismo, esperando el ataque... y luego desaparecen".

Da escalofríos, ¿no? Aun así, el final me dejó desconcertado, no se cierra bien. Me vale como capítulo pero no como un cierre del libro. Así que ataqué al siguiente que ya lo tenia descargado también en mi dispositivo y lo empecé de inmediato. ¡Vaya, realmente me pregunto si Lockwood y Lucy acabarán juntos en alguno de los dos próximos libros! 😁 Desde luego están poniendo todas las piedras en el camino.

"No deberías haberlo hecho", dije. "No deberías haberte arriesgado."

"Vamos, sabes que moriría por ti", dijo Lockwood con una risa. "Dios sabe que he estado cerca de hacerlo muchas veces".

Y con esta cita he llegado al final de mi reseña ⭐⭐⭐⭐. La serie está resultando increíble hasta ahora, y la verdad es que se la puedo recomendar a todo el mundo. Tiene humor, amistad, fantasmas y encuentros espeluznantes. Es la combinación perfecta para mantenerte totalmente entretenido, y estoy convencido de que es el tipo de libro con el que cualquiera —sin importar su edad— puede disfrutar de la lectura.