El despertar de los héroes - Robert Jordan (La rueda del tiempo #2)
En el prólogo, Ba'alzamon se reúne con algunos de sus seguidores los amigos siniestros y entre ellos hay dos Aes Sedai.
Rand es reconocido por Siuan Sanche, líder de las Aes Sedai, como el Dragón renacido, aunque Rand reniegue durante todo el libro de ello. Padan Fain, prisionero en Shienar, se libera gracias a amigos siniestros que estaban entre las filas de los shienarianos. Rand es entrenado en el arte de la espada por Lan Mandragoran. Fain se lleva el Cuerno de Valere y la daga a la que está vinculada Mat, necesaria para eliminar el hechizo que le une a ella. Organizan una partida liderada por Lord Ingtar para ir a recuperar los objetos en la que están los tres amigos de Dos Ríos (Rand, Mat y Perrin) y el Ogier, Loial. Las mujeres del grupo se dirigen a la Torre Blanca para aprender las artes de la Aes Sedai. Egwene y Nynaeve se reunirán con Elayne, la princesa, y Min, la clarividente, en la Torre Blanca.
Rand, Loial y Hurin (un rastreador con poderes especiales para detectar el mal) se separan del grupo al activar Rand un portal de piedra. El portal se habría activado sin intención por Rand al hacer uso del Saidin. Este portal les ha trasladado a una dimensión paralela, una versión distorsionada y desértica de su mundo. Se les une Selene una misteriosa mujer con conocimiento de los portales. A través de ese mundo paralelo dan alcance al grupo de Fain que, protegido por amigos siniestros y Trollocs, escapan con los objetos mágicos. Durante la noche recuperan estos objetos y posteriormente logran reunirse con el grupo de Lord Ingtar que ha logrado seguir su rastro gracias al vínculo telepático que Perrin tiene con los lobos.
En la ciudad de Cairhien vuelven a robarles los objetos. Allí se reencuentran al juglar Thom Merrillin al que creían muerto.
Para ir en busca del Cuerno de Valere y la daga, deben viajar con rapidez pues les llevan ventaja. Rand trata de activar una piedra para viajar por el mundo paralelo. Lo que hacen es perder más tiempo visitando infinidad de mundos alternativos en donde mueren de distintas formas siendo siempre Ba'alzemon el vencedor.
La ciudad portuaria de Falme es invadida por una fuerza extranjera. Despiadados como nadie, esclavizan a toda la población. Tan atemorizados están que ni intentan escapar. Una de las Aes Sedai que estaban al principio en la reunión con Ba'alzemon, engaña a las mujeres protagonistas y las entrega a los Seanchan que invaden Falme. Estos usan a las mujeres con poderes Aes Sedai como su artillería mágica. Las someten con un collar del que no pueden escapar y son obligadas a ser armas al servicio de sus conquistas. Elayne y Nynaeve que consiguen salvarse de la trampa, liberan a Min y Egwene de los Seanchan. Al mismo tiempo Rand, Mat y Perrin se han introducido en Falme para recuperar el Cuerno de Valere y la daga. Recuperados estos, el grupo se reune pero se encuentran en mitad de una batalla con los radicales religiosos Capas Blancas y el ejército de Seanchan por otro lado. Así que tocan el Cuerno de Valere despertando a los héroes muertos que derrotan a ambos ejércitos por igual.
En medio de la vorágine de la batalla final, Ba'alzemon desafía y lucha contra Rand que, absorbiendo todo el poder de saidin de que que es capaz, muestra al Dragón renacido ante todo el mundo derrotando a Ba'alzemon.
Hasta aquí el extenso resumen de lo que ocurre. Ahora, a ponerle verde.
En el prólogo, no puedo evitar rememorar la lectura de Harry Potter donde, una vez más, al tal Voldemort (en la reunión cambiar amigos siniestros por mortífagos y tenemos lo mismo) no le da la gana de morirse tras ser derrotado y aparece de nuevo. Aquí se sigue esta misma estructura. Sigo notando que la saga de Harry Potter debe mucho a esta otra de La Rueda del Tiempo.
La separación del viaje (que ya ha dejado de ser iniciático) por sexos en la primera parte se siente, la siento, como de una candidez enternecedora, ya vista desde nuestra época. A los hombres les toca el barro, la sangre en la batalla de espada, mientras que a las mujeres se las instruye desde el conocimiento, el estudio, otorgándoles una fortaleza psicológica más que física.
Por cierto, en el libro no hay una relación de pareja entre Moraine y la líder de las Aes Sedai.
Los intentos de seducción de Selene (Lanfear) sobre Rand me resultan de lo más cutre que he leído. Desde su aparición, aquello ya no huele nada bien y resulta sospechosa desde el principio. También es un poco abrumador que el protagonista resulte atractivo para todas las mujeres que se cruzan con él.
Los Seanchan como cultura conquistadora y los Capas Blancas como ejército de tintes religiosos; me parecen fascinantes a partes iguales. Son de lo mejor del libro. Creo que los Seanchan van a ser la sensación en la segunda temporada de La Rueda del Tiempo cuando llegue a las pantallas.
Este tipo de protagonistas, masculinos o femeninos, a los que todo parece salir a pedir de boca, rodado, sin poner ningún esfuerzo en ello, me rechinan. Y aquí lo entiendo, al estar fabricado en los 80. En las publicaciones actuales, no.
⭐⭐⭐⭐
Os dejo un behind de scenes de la segunda temporada:
Este obra cuyo autor es Alberto Jiménez está bajo una licencia de Reconocimiento-CompartirIgual 4.0 Internacional de Creative Commons.
Puf. No sé si me apetece leerlo. Quizás me decante, como una rata almizclera, por ver la serie. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarDe momento no me voy a embarcar en otra epopeya de miles de páginas pero agradezco tus sabias reseñas. Gracias de nuevo.
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