Imagen: Freepik Eva Bosch Colaboradora literaria @eva_luleta Estas navidades van a ser diferentes, lo sé, aunque mis padres intentan que mi hermanito y yo estemos felices, les escucho por la noche. Mami llora y le pregunta a papi cómo vamos a salir de ésta. Papá dice que no es la primera vez que ocurre y tampoco la última y que todavía son jóvenes, que costará, pero volveremos a estar como hace unas semanas. Papá es peluquero y mami trabaja por las tardes de manicurista para una señora china; dice que es buena mujer, pero muy tacaña. Recuerdo cuando mi madre nos contaba que cuando era niña le encantaba jugar a hacer pasteles, salía al descampado que había enfrente de casa la iaia Dolores y con agua hacía pasteles de barro, los dejaba secar y luego los guardaba en un armario secreto de la azotea. Me encanta ir a casa de mi iaia, ella vive en una planta baja en la zona más antigua de mi pueblo, junto al barranco. Hoy salí a la calle y vi a mi vecina Mara haciendo tartas de barro, ...
Deseando estoy
ResponderEliminarMe tienes en vilo, no veo el momento de empezar a leer
ResponderEliminarEstoy deseando sacar a la luz la edición impresa de esta saga de relatos con un hilo común. Una historia que sorprendente y no defrauda.
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